“Abandonar la producción de maíz amarllo en México y suplirlo con importaciones será sepultar a los agricultores y desmantelar la planta productiva”, aseguró Eraclio Rodríguez Gómez, exdiputado federal y miembro del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano.
Ello luego de que el próximo titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, dijo que la meta de gobierno de Claudia Sheinbaum no es la autosuficiencia del maíz amarillo, mucho menos reducir las importaciones del grano. Sólo se mantendrá la autosuficiencia del maíz blanco.
En México se permite el uso del maíz amarrillo transgénico como alimento para ganado e industria, grano que representa la mayor parte de las importaciones anuales de maíz estadounidense.
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Solo Chihuahua produce un millón 800 mil toneladas de maíz amarillo, que representa un ingreso de 7 mil 500 millones de pesos a los productores. Chihuahua se encuentra entre las 10 entidades con mayor volumen de producción, siendo Sinaloa, Jalisco y Michoacán los que lideran la producción, seguidos de México y Chihuahua.
Yako Rodríguez mencionó que significan 36 mil viajes de tráiler cargado con 50 toneladas, un promedio de 50 mil pesos por viaje, es decir, mil 800 millones de pesos en fletes, recursos que tampoco ingresarán a los transportistas.
Con ello se deberá importar el maíz, vía ferrocarril, empezar a mantener el ganado con maíz importado a costos de 8 a 12 pesos y el día que ya no se pueda sembrar más maíz, se conocerán las consecuencias. Yako destacó que se desmantelará la planta productiva.
Este 2024 ya se pueden ver miles de hectáreas abandonadas, que se dejaron de sembrar de maíz y quienes sembraron lo hicieron con graves riesgo y a un costo de producción de 58 mil pesos por hectárea y en el mejor de los casos levantarán una cosecha que rondará entre los 40 mil y 45 mil pesos por hectárea, lo que ya es una pérdida de poco más de 10 mil pesos por hectárea. “Estos agricultores ya están quebrados”.
Actualmente, alrededor del 70% de la superficie se sembró de maíz, pero la disminución del 30% en la superficie arroja una pérdida de 500 mil toneladas menos, sin embargo la producción de la superficie sembrada es incierta, sobre todo porque en un mes cuando este la floración la planta requiere de mayor cantidad de agua, pero si se suspende el suministro eléctrico, no lleve y sigue haciendo un calor fuerte, la producción bajará y con ello se incrementarán las pérdidas.
Yako lamentó que entre los proyectos del nuevo sexenio encabezado por Sheinbaum esté destinar una partida presupuestal para la tecnificación del riego, pero no hay agua para regar.
“Desde el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano sostenemos que debe haber una partida presupuestal urgente y lo suficientemente robusta para atender la parte alta de las cuencas hidrológicas”.
Destacó que invertir en la Sierra Tarahumara es garantizar el agua a los productores de Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas, incluso la cuota que se le debe a EU.
El recurso que actualmente se destina en Sembrando Vida, debe usarse de manera efectiva, es decir, en lugar de andar plantando árboles en esta crisis, deberían cuidar los árboles en la Sierra y el rescate de los árboles, haciendo obras de retención de agua y suelos a través de trincheras de piedra para que hayas más infiltración.
“En la medida que reconstruyamos la capa forestal de la Sierra vamos a generar lluvias y una buena cosecha de agua”.
Yako señaló que el gobierno no tiene la intención de invertir en la capa forestal y piensan que el agua se genera después de las compuertas de las presas están perdidos, porque la sequía se prolongará, la Sierra tendrá una mayor deforestación y habrá un mayor conflicto en el manejo de los pozos y los distritos de riego.