Desde ramas secas, maleza, insectos hasta bolsas de plástico, papeles, latas y restos de comida, contaminan la presa Chuvíscar que se encuentra en la capital del estado.
En un recorrido por el lugar se pudo observar que este cuerpo de agua no solo acumula la hierba que naturalmente crece en el lugar, sino que se suma toda clase de basura que los mismos visitantes arrojan.
El papel, cartón o envases de plástico es probablemente lo que más puede observarse a simple vista, sin embargo está presa almacena restos de comida, cáscaras de frutas, entre otros.
Personas que acuden con frecuencia al lugar, señalaron que además, una situación que provoca contaminación en el lugar, es el incorrecto desagüe de la colonia La Esperanza hacia esta presa.
Sin embargo, existe una gran cantidad de basura que se genera por visitantes, ya que incluso, se pueden observar llantas y otros objetos que arrastra la corriente.
El lugar, que si bien no está al total de su capacidad, sí lleva caudal, luce contaminado, el agua para debido a que los objetos y desechos comienzan a desintegrarse y provocar una especie de lama o capa contaminante en la superficie.
Esta situación se ha podido observar no solo después de que transcurre un periodo vacacional como el de Semana Santa, en el que se tiene una afluencia mayor en esta y otras presas, albercas y centros recreativos, sino durante prácticamente todo el año.
El INEGI, señala en un apartado de las condiciones de mantos acuíferos, que la sobre explotación de éstos es un grave problema que ha ido en aumento en todo el país.
Refiere que con base en estos de Conagua, en 1975, se sabía que había 32 acuíferos en condición de sobre explotación a nivel nacional. La cifra se muestra con un comparativo para 2004, cuando eran 104 y para 2020 e estimaba en 157 acuíferos sobre explotado.
Por otra parte, señaló que los mayores problemas de contaminación en agua se presentan en el Valle de México y el Sistema Cutzamala, seguidos de la Península de Baja California.
Indica que si bien es necesario que se impulsen políticas enfocadas al cuidado de estos mantos acuíferos, también se necesita crear conciencia desde lo individual para que la problemática ya existente, no empeore y cada persona tome su papel de responsabilidad social.