A dos horas de que activistas celebraran la cancelación de la corrida, el dueño de la Plaza de Toros La Esperanza, Enrique Valles, decidió salir para exponer que lamenta la pérdida de la derrama económica, lo que provocó indignación y le ganó el abucheo de los asistentes.
Ante las palabras de Valles, las casi 300 personas defensoras de animales, comenzaron a llamarlo "asesino", "opresor", "hipócrita y llorón", entre otros calificativos, y reclamos por su actitud, que tomaron como una burla.
El dueño de La Plaza de Toros, tomó un altavoz para dirigirse a los presentes, quienes lo rechazaron cuando los invitó a pasar a la que llamó "La Plaza de Todos", donde dijo, podrían "celebrar tranquilamente".
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Sin embargo, la respuesta no fue la esperada por el empresario, ya que insistió en exponer la pérdida económica, por lo que a gritos le pidieron respeto a la causa, y finalmente decidió retirarse.
Los activistas argumentaron que Valles no alcanza a comprender el significado de la celebración y que es una burla el hecho de que los haya invitado a pasar, y al mismo tiempo, sigue señalando la afectación monetaria.
Afirmaron que insisten en justificar el lucro a costa del dolor de los animales, que en los eventos taurinos son sacrificados con extrema violencia.
Después de que Enrique Valles se retiró, los defensores de animales continuaron la celebración por la cancelación de la corrida de toros. Invitaron a que más personas se sumen a esta causa, no sólo este día, sino en lo sucesivo, pues aún hay mucho por hacer para lograr que los animales sean tratados dignamente.
