Entre 10 y 15 mil hectáreas de cultivos de chile, algodón, maíz, alfalfa, calabaza, sandía y nogal se han visto afectadas por las lluvias y desbordamientos de ríos.
La Secretaría de Desarrollo Rural en el Estado recibió reportes de afectación en 9 municipios del estado, principalmente la zona centro sur.
El ingeniero Rogelio Olvera, representante en Chihuahua de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) prevé que las afectaciones por las lluvias e inundaciones sean de alrededor de 15 mil hectáreas agrícolas, sin embargo no descartó que pudiera ser mayor, debiendo a que muchos predios continúan bajo el agua.
Ante ello la afectación real se conocerá hasta que se realicen los recorridos y se levanten las actas correspondientes.
Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Rural informó que las afectaciones a los cultivos se deben al desbordamiento de ríos, el exceso de lluvia, y granizo.
En la zona de Ojinaga se reporta afectación en el cultivo de algodón durante las lluvias de agosto. En el municipio de Janos la afectación es a los cultivos de chile, algodón y maíz debido a las lluvias y granizo que se registraron durante julio y agosto, el municipio de Ascensión tiene la misma problemática por las lluvias de agosto registradas en El Sabinal.
Mientras que en el Ejido Benito Juárez se reporta una afectación a cultivos de frijol.
A causa del desbordamientos de afluentes los municipios afectados son La Cruz se reportan cultivos de alfalfa, maíz, sorgo y chile. En San Francisco de Conchos la mayor afectación es en el chile; en Valle de Zaragoza están la alfalfa, maíz, calabaza, Sandía y nogal; en Julimes y Camargo reportan cultivos de alfalfa y maíz.
La dependencia estatal precisó que no se tiene un estimado de la cantidad de hectáreas siniestradas, ya que las condiciones climatológicas no permiten contabilizar y documentar los daños.
El secretario de Desarrollo Rural, Mauro Parada informo que se apoyará a los municipios en tareas de remoción de escombros, mejoramiento de caminos y puentes, ello mientras que se hace el registro y se analiza la posibilidad de destinar recursos para la atención emergente.