Agentes de la Fiscalía General del Estado emprendieron un operativo de revisión en el campamento migrante en la zona sur, donde presuntamente se ha detectado venta de droga, prostitución, violencia y trata de personas.
Desde hace semanas, se intensificaron las quejas y denuncias sobre la comisión de delitos en el seno del campamento, por lo que esta mañana se implementó el operativo derivado de las investigaciones que realiza la Agencia Estatal de Investigaciones.
Los agentes ingresaron a las dos secciones del campamento, primero al que se ubica por la calle Industrial 10, luego el que está cercado y tiene entrada por la avenida Juan Pablo II.
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Revisaron carpa por carpa, aunque en la zona se registra poca movilidad, el operativo incluyó los alrededores. Desde las carpas, los migrantes gritaban “¡tráiganos comida mejor!”.
Se localizaron algunas porciones de marihuana, pero las personas en situación de movilidad comentaron que era para consumo personal.
En el campamento se ha detectado una creciente venta de drogas, sobre todo de cristal, que es una de las sustancias más baratas y adictivas. “Hay personas que están aventando la droga”, confirmó uno de los migrantes.
De la misma manera se han reportado varios incidentes violentos, incluso con arma de fuego, a consecuencia de que las intoxicaciones se han incrementado. “Hay quienes pasan y disparan contra el campamento como amenaza”, relató otra persona.
En la zona también se detectó que varios autos de lujo rondan, pues presuntamente hay trata de personas en las diversas modalidades, entre ellas con fines de explotación sexual.
Los agentes revisaron a Jordan, de origen venezolano, esposo de Dairy la mujer que se dedica a la venta de burritos en el campamento, quien desde hace meses se encuentra en proceso para obtener su asilo en México.
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A Jordan lo revisaron para ver que portaba, “Allá quienes venden porquería, acá vendemos comida, Dios nos ha bendecido grandemente”, dijo Dairy, su esposa al salir en su defensa.
En la última semana se ha detectado que el flujo migrante ha disminuido, al parecer existe una nueva ruta para el tráfico y el tránsito de personas sobre todo porque a lo largo de la carretera Panamericana han instalado varios retenes para detener a las personas en situación de movilidad.
El primer retén se ubica en la zona de Sacramento, donde anteriormente los migrantes eran dejados por los autos de plataforma. El segundo retén se ubica pasando la caseta de Sacramento, donde se encuentra la célula mixta. El tercer retén o punto de revisión se encuentra en la zona de El Sauz, donde la Guardia Nacional permanece.
El cuarto retén se ubica en la zona de revisión militar en Precos. Con ello se dificulta, aún más, el tránsito de migrantes, quienes se han convertido en carne de cañón del crimen organizado.