El nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, Gabriel Díaz Negrete, calificó como muy complicado que la alianza Va Por México, conformada por PAN, PRI y PRD, pueda verse afectada por la propuesta de reforma eléctrica enviada a la Cámara de Diputados por el presidente López Obrador.
Mencionó que esa coalición se prepara para enfrentar procesos electorales en otros estados en donde se renovarán gubernaturas, mientras que el tema de la reforma eléctrica se platica entre los líderes nacionales, es decir, no se prevé alguna ruptura.
“Esta será una prueba de muchas que estará poniendo el presidente de la República, trampas que pone porque le tiene miedo a la alianza, pues en las últimas elecciones vio que sí está funcionando; una división no le conviene a ninguno de los partidos, por el contrario, vamos a ir muy de la mano para lo que viene en otros estados, mientras en Chihuahua haremos política y haremos lo que tenemos que hacer, buscar el bien de los chihuahuenses”, explicó.
Destacó que los dirigentes nacionales del PAN y del PRI, Marko Cortés y Alejandro Moreno, señalaron que no está en riesgo la alianza, por la postura que se tome frente a la reforma del Ejecutivo Federal.
Por su parte el dirigente estatal del PRI, Alejandro Domínguez, coincidió en que no existirá una ruptura por ese motivo, y mencionó que el proceso legislativo sobre esa propuesta apenas va comenzando y se estará escuchando a todos los sectores de la sociedad involucrados, para poder definir una postura.
“De forma personal me preocupan varios puntos de la reforma, como la desaparición de las comisiones reguladora de energía y la CNH, porque se crearon como organismos especializados y en caso de concentrar todo en la CFE o en Pemex, costará muy caro; se tiene claro que cuando el estado se hacer cargo, siempre sale muy caro porque no son organismos especializados”, dijo el priista.
Domínguez Domínguez, añadió que el diálogo nacional y el debate deben de ser amplios, la postura debe ir encaminada a beneficiar a los ciudadanos, motivo por el cual deben ser escuchados todos los sectores y fijar una postura legislativa que convenga a todos.
En este sentido reconoció que dar una negativa de manera tajante, sería lo más fácil, por lo que se debe de construir es un argumento que valide la postura de los legisladores, sea cual sea.