Alumnos de la primaria San Rafael vienen desde Urique a visitar El Heraldo de Chihuahua

Los pequeños recorrieron las instalaciones del rotativo líder en el estado a fin de descubrir de primera mano el cotidiano quehacer periodístico

Salvador Moreno | El Heraldo de Chihuahua

  · viernes 10 de junio de 2022

Foto: Oracio Chávez | El Heraldo de Chihuahua

Desbordando la emoción e impaciencia propias de su edad, la mañana de este viernes 13 estudiantes de la escuela primaria San Rafael de Urique se adentraron en las instalaciones de El Heraldo de Chihuahua a fin de descubrir de primera mano el cotidiano quehacer periodístico.

Acompañados de sus maestras Fabiola Guadalupe Martínez, Rocío Viridiana González y Emma Banda Valdez, los alumnos de sexto año recorrieron tanto el Museo de Sitio del matutino, donde se empaparon de los casi 95 años de historia del periódico líder en el estado, como los lugares donde se hacen las ediciones digital e impresa.

Foto: Oracio Chávez | El Heraldo de Chihuahua


Durante el andar de los jóvenes por los diferentes departamentos, se les explicó la importancia de un medio tradicional como el que visitaron y, a través de algunos trabajadores con los que tuvieron contacto descubrieron el secreto del liderazgo antes mencionado: práctica y responsabilidad en lo que se hace, así como la calidad y la puntualidad en eso mismo.

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Asimismo, que la calidad no sólo se refleja en cada texto escrito, sino por la ética de quienes elaboran las notas que se publicarán y llegarán a los lectores al día siguiente del que son elaboradas.

Foto: Oracio Chávez | El Heraldo de Chihuahua


De igual forma, los estudiantes pudieron echar un pequeño vistazo a los procesos de redacción y corrección sobre lo que se publicará en papel o en la red, y posteriormente se dirigieron a la imprenta del periódico.

Ya en la rotativa, el grupo conoció detalles finos, como la cantidad de periódicos que se imprimen, los horarios en los que son impresos y los de envío, la elaboración de las placas de impresión, entre muchos otros.

Después de rondar por los pasillos y tomarse fotografías para conmemorar la experiencia, la visita llegó a su fin. Pero todos se retiraron contentos no sólo por el tradicional obsequio que se le da a cada visitante de la casa editora, sino por haber descubierto la intimidad de ese apasionante mundo de la información. Quizá alguno de ellos tomó la inspiración suficiente para regresar, no como visitante, sino como reportero o editor.