Elisa Celis, tapatía cofundadora del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, subrayó que este tipo de violencia que se ha visibilizado en gran medida durante los últimos años está generando daños irreparables en las infancias ya no sólo en cuestión de salud, sino físicos como violaciones e inclusive asesinatos, “hemos vivido ya el asesinato de niños por parte de sus progenitores, por supuesto que hemos vivido muchos asesinatos, ya no son pocos, de mujeres que están en esta lucha por la custodia de sus hijos, por su puesto que ha habido muchas mujeres que se han quitado la vida en estas batallas legales, esto es un feminicidio inducido”.
Ante todo lo que ha vivido personalmente y lo que ha podido acompañar a otras mujeres, advirtió que este tipo de violencia es la antepenúltima que se puede vivir en vida ya que es la “antesala del feminicidio”, lo cual viene posterior a una serie de otras maneras de violencia como lo son la económica, sexual, psicológica y física.
Además de lo antes mencionado, hizo hincapié en los daños psicológicos con los que los menores de edad están viviendo toda vez que son obligados a hablar mal o denunciar a sus mamás, crecen creyendo que ellas los vendieron o abandonaron por una pareja, o con la idea de que fallecieron, “imagínate cómo puede crecer un niño, dañarle lo más importante para ellos sentirse abandonado, sentirse que a su mamá no le importó”.
Por lo anterior, advirtió que se viene una cuestión de salud pública bastante compleja, pues van a crecer con dolor y guiados por un agresor, lo cual puede incluso generar rencor hacia su progenitora. Compartió que esta situación no está alejada de la realidad, pues ya se cuenta con un caso de una mujer que vive en Guadalajara, pero es oriunda de Chihuahua, la cual fue apuñalada por su propio hijo debido al daño psicológico.
“No hay nada más cruel que le puedes negar a una mujer que su derecho a maternar”, expuso compartiendo que su experiencia y la búsqueda de justicia es lo que le permitió encontrarse con otras mujeres que atraviesan por la misma situación y las motivó a crear este colectivo el cual ya tiene presencia a nivel nacional y está conformado por al menos 3 mil 500 mamás y se encuentran involucrados 7 mil 660 infantes.
Ante esa situación, compartió que se encuentran en trámites para convertirse en asociación civil ya que se dieron cuenta que aún hay mucho por hacer, y es que insistió en que hay cientos de mujeres que no tienen acceso a una defensa e inclusive hay otras más que no tampoco conocen concretamente la situación que viven ni las opciones que se tienen para poder buscar justicia.
“Hemos aprendido sobre la marcha, pero sobre la marcha también nos hemos dado cuenta de las carencias”, por lo que destacó que este grupo igualmente surgió a raíz de la contención, pues los juicios que emite la sociedad igualmente lastiman haciendo aún mayor la carga que llevan las mujeres víctimas.
Desinformación y corrupción, factores en contra
“Cuando la sociedad no conoce de lo que se está hablando empieza a juzgar, prejuzgar, minimizar”, fue lo que externó Celis al señalar que tanto la desinformación como la corrupción son de las principales barreras que impiden que se avance de una manera más rápida en el tema y es que, aunado a la angustia con la que viven al estar lejos de sus hijos, las mujeres son víctimas de juicios por parte de la gente que desconoce sobre la violencia vicaria y se guía por las acusaciones que se hacen en su contra, las cuales las catalogan como malas madres.
Esta falta de conocimiento dijo que repercute en el hecho que incluso las propias autoridades consideran innecesario que los agresores obtengan un castigo justificando que son los padres de los niños, por lo que Celis comentó que le parece ridículo que, conociendo la historia a detalle, no haya consecuencias, “no por ser papá significa que tiene que salir impune” y es que recalcó que se debe separar el papel que tiene la persona en la vida del niño para considerar sentenciar conforme a los delitos que se cometen.
Manifestó que, en este tipo de violencia, los mismos niños son víctimas, ya que son utilizados para dañar a la mamá, y lamentablemente tampoco se está velando por su bienestar ya que se sobrepone la corrupción al interior de las fiscalías en donde no aceptan las denuncias de las mujeres, pese a que acusan las agresiones, ya que no “fue tanto o no se tienen pruebas”, pero sí validan acusaciones sin fundamento de que “la mamá está loca o le sirve la comida fría”.
Por esto, denunció que se cuenta con una violencia institucional, pues en muchas ocasiones pueden más algunos ceros en la cuenta que la verdadera impartición de justicia y la integridad de las personas, por lo que exhortó a que se ejerza la ley como es, pues asegura que, de esa manera, y habiendo castigos para los cómplices, los involucrados pensarán dos veces el seguir respaldando a los agresores.
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Hizo hincapié en que no están en contra de las buenas paternidades, ni de los hombres, y aclaró que tampoco significa un “pase directo” a entregar a los niños a “mamás locas y violentas”, simplemente, se trata de visibilizar la situación y más allá de contar con leyes, hacer que se cumplan en todo momento.
Ley Satanizada
“La ley vicaria está en el país por las mamás que hemos vivido esta violencia”, precisó al dar a conocer que, tras un arduo trabajo y el respaldo de los legisladores, caso contrario a los jueces, a la fecha se cuenta con esta ley en 24 entidades, así como la general en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, en donde se está estudiando a fin de que quede formulada de la mejor manera.
De esa manera, resaltó que “las madres que hemos vivido esta violencia, hemos puesto en México la palabra de violencia vicaria” logrando que en los poderes legislativos sí se les abrieran las puertas y se tenga tipificado como tal este delito, lo cual permite que se castigue a quienes lo ejercen, lo cual consideró de suma importancia, ya que hizo énfasis en que las mujeres jamás vuelven a recuperar la paz ante el constante miedo de que sus hijos vuelvan a ser sustraídos o lastimados.
Pese a los avances que se tienen, lamentó que es una ley muy satanizada por la sociedad, pues gran número de personas aún desconoce sobre el tema, por lo que varios grupos señalan que va en contra de las paternidades y de las infancias al negarles que convivan con los padres de familia.
Detalló que con esta ley se busca modificar la Ley de Acceso a las mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como la Ley de Niñas, Niños y Adolescentes en la que el objetivo principal es que haya castigo para los agresores y sus cómplices, toda vez que ellos no actúan solos, incluso acusó que en varias entidades hay varios criminales en el poder, motivo por el cual aún no se ha tipificado el delito en toda la república.