El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, anunció la celebración del Domingo de Ramos la próxima semana a las 12:00 horas, al presidir la santa eucaristía desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, durante el último domingo de Cuaresma 2022, y con la aplicación del horario de verano.
Monseñor Miranda explicó que la celebración iniciará con la bendición de palmas y ramitos en el atrio de la Catedral, para posteriormente, ingresar al sagrado recinto con las palmas en alto, en memoria de la entrada triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén.
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Durante la homilía del quinto domingo de Cuaresma, don Constancio disertó sobre la misericordia infinita de Dios que mueve a compasión para quienes están en el error y pecado, -porque todos necesitan perdón de Dios, todos son pecadores-. Por ello, explicó el arzobispo de Chihuahua, cada día en todos los rincones del mundo, Jesús sigue diciendo a través de cada sacerdote ‘yo te absuelvo de tus pecados, vete y no peques más’. Es el encuentro del pecador arrepentido con Jesús.
En el evangelio del quinto domingo de cuaresma, el evangelio corresponde al pasaje de la mujer adúltera que muestra la misericordia del Señor, que está siempre dispuesto a perdonar cuando existe arrepentimiento, en el que el libro de San Juan relata la escena en la que los escribas y fariseos llevaron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio.
“La llevaron ante Jesús, sabemos que querían tenderle una trampa, le pusieron en medio, la avergonzaron sin consideración y le recordaron al Señor la ley que imponía matar a piedras a la mujer que era sorprendida en adulterio. Le dicen a Jesús, ‘hemos sorprendido a esta mujer en flagrante adulterio, ¿tú qué dices?’, la pregunta de los escribas y fariseos está llena de insidia, como el Señor se había mostrado en repetidas veces comprensivo con quienes se consideraban pecadores. Y si la perdonaba, acusarlo de no respetar uno de los preceptos de la ley, pero la respuesta de Jesús los agarró por sorpresa ‘aquel de ustedes que esté libre de pecado, que le arroje la primera piedra”, ilustró monseñor Miranda.
Explicó que la cuestión legal, Jesús la eleva al plano moral, en el que va implicado el corazón, el amor, la sociedad, la ayuda con los demás, interpelando con esto la conciencia de cada uno. Afirmó que el Señor no olvida la ley, pero no quiere dejar lo que él estaba buscando, porque vino a buscar, a sanar a los pecadores. Continuó relatando que los escribas y fariseos estaban desconcertados, Jesús se inclinó de nuevo a escribir en el suelo y seguía escribiendo los pecados a los que hacía referencia y los que habían llevado a la mujer, se miraban unos a otros y molestos, iniciaron la retirada, se fueron uno tras otro, empezando por los más viejos.
Después de unos momentos, ya no estaban los acusadores, y le pregunta a la mujer dónde estaban los que la llevaron a acusarla, y ella sacó fuerzas del miedo y vergüenza y respondió a Jesús, ‘ninguno, Señor’. La mujer no añadió palabras de arrepentimiento, se entendía que la tenía, y agradecimiento, mostraba su confianza en el Señor y estaba dispuesta a comenzar una vida nueva.
Jesús tampoco la condena, sigue lo que dice la Ley, aunque él no tenga pecado. Le dijo ‘Vete, y de ahora en adelante, no peques más’.
“En este tiempo de cuaresma es propicio para este asunto que estamos reflexionando, es tiempo de la reconciliación, pidámosle a la Virgen María que nos ayude a poner en práctica esta enseñanza del evangelio, el arrepentimiento. Y que acudamos a recibir el perdón del Señor mediante la confesión, que la reconciliación nos regala. El Señor nos regale esa gracia para disponernos a celebrar la muerte y resurrección de Cristo en la semana santa, en nuestras vidas”, expresó.
Para finalizar, don Constancio dirigió la oración por acción de gracias y peticiones de Jessica, por su XV aniversario de vida y por Raúl. También pidió por el eterno descanso de los difuntos José Cárdenas, Santiago, Gustavo, Jesús y Myrna. Además de los parientes y bienhechores difuntos de quienes estaban en la misa.