Investigadores de la Universidad Autónoma de Chihuahua trabajan con la tecnología de la Fitorremediación como una manera de recuperar superficies de jales mineros abandonados en diversos puntos del estado y evitar que contaminen otras áreas.
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Así lo explicó la doctora Leonor Cortés Palacios, investigadora de la Facultad de Zootecnia y Ecología de la UACh; expuso que las superficies a las que se les plantaron diversas especies, han demostrado (según consta en publicaciones de investigación) que pueden disminuir hasta en un 80% la suspensión de los polvos contaminantes generados por minas abandonadas.
La investigadora de la UACh expuso que la rápida urbanización está dando como resultado un número creciente de habitantes en barrios en situación de vulnerabilidad; con infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados (como la recogida de residuos y los sistemas de agua y saneamiento, carreteras y transporte), lo cual está empeorando la contaminación del aire.
Detalló que como parte del proyecto de Atención a Problemas Nacionales: “Evaluación de la situación actual y establecimiento de estrategias sustentables para la mitigación de los impactos ambientales de la actividad minera en zonas urbano-rurales”, se trabaja en diversas estrategias, entre ellas, la fitorremediación.
La propuesta trata de un proyecto multidisciplinar grande y ambicioso que surge de una colaboración de la UACh con el Instituto Tecnológico de Parral y el Centro de Investigación en Materiales Avanzados, que se basa remediación a través del uso sustentable de los recursos naturales con los que se cuenta en la región.
La fitorremediación se utiliza específicamente en sitios o suelos que son alterados o impactados por jales mineros abandonados, los cuales son residuos usuales en minas desoladas y viejas que datan antes de la legislación ambiental mexicana vigente.
La investigadora agregó que este proyecto está vigente en 192 parcelas a partir de la combinación de los sustratos en especies nativas como pastos, un agave y una arbustiva: zacate banderita, navajita, punta blanca, tempranero, gigante, alcalino, el agave y el chamizo.
La docente de la UACh expuso que estas superficies de cobertura vegetal han demostrado, en varias publicaciones de otros autores, que pueden disminuir hasta en un 80% la resuspensión de los polvos contaminantes.
Informó que en este programa de trabajo colaboran los doctores Gilberto Aquino, Carlos Raúl Morales, Raúl Corrales, Sandra Rodríguez, Federico Villarreal, Jesús Fernández, Eduardo Santellano, y Nelson Aguilar, entre otros.
Esta idea innovadora forma parte del eje de Acción por el clima enmarcado en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas y el Modelo Educativo Renovación UACH-DS. Las conclusiones de dicho foro virtual estarán disponibles para la consulta y mejora de las políticas públicas del estado de Chihuahua.
