“La violencia de género, es un cáncer que se propaga y se propaga, actualmente las autoridades se dedican a atenderlo pero no existe la prevención”, afirmó la abogada María Luisa Salazar Olvera, coordinadora del área jurídica del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, donde se realiza litigio estratégico a fin de sentar precedente para casos de violencia.
El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres es una organización de la sociedad civil fundada hace 16 años, donde se busca empoderar a las usuarias para que conozcan sus derechos y lleven su proceso jurídico, pero sobre todo para que multipliquen sus saberes y ayuden a otras mujeres que pueden vivir violencia sin saberlo.
Con el paso de los años pueden constatar que la violencia de género va en incremento, lo que la obliga a especializarse a fin de brindar acompañamiento legal a mujeres, niñas, niños y adolescentes, víctimas de violencia familiar, violación, abuso sexual, sexting, hostigamiento, y feminicidio, así como el incumplimiento de las obligaciones alimenticias.
Una de las cuestiones que prioriza el CEDEHM a la hora de elegir los casos que acompaña es el litigio estratégico, es decir, el 95 por ciento de los casos que reciben denuncian la violencia familiar, pero no solo se lleva el proceso penal, sino que siguen el proceso de guardia y custodia en el caso de los hijos, pensión alimenticia, divorcio y hasta la solicitud de la suspensión de convivencias o que sean restringidas o supervisadas atendiendo que los hijos de estas mujeres también son víctimas directas de la violencia.
“Cuando hablamos de litigio estratégico buscamos que los procesos legales vayan con una visión de que la violencia también transgrede o llega a esos hijos e hijas”.
Mencionó que uno de los retos que enfrentan en la atención a la violencia de género es que el Tribunal Superior de Justicia todavía tiene una visión de considerar que solo la mujer es víctima directa y que ese proceso culmine con una sentencia reparadora para la mujer, donde se considere que los hijos e hijas también son víctimas no indirectas.
Además se busca que la reparación del daño sea apegada a la Ley General de Víctimas y estándares internacionales.
“La reparación del daño en todas las víctimas tiene un significado diferente, nos han tocado casos que nos dicen: no estoy interesada en el dinero, no estoy interesada en que se quede en la cárcel, lo que quiero es que reconozca que me agredió, no quiero que se me vuelva a acercar o bien que me pida una disculpa. A veces para esa mujer con eso basta y siente reparado el daño”.
La abogada señaló que en ocasiones los tribunales trabajan mecánicamente y creen que todas las mujeres y todas las víctimas necesitan lo mismo, “En el CEDEHM estamos muy empecinadas en cambiar esa visión”
Destacó que los casos de violencia de género son crecientes y no les alcanzaría para atenderlos todos, por lo que buscan crear precedentes para que en un futuro otras mujeres puedan beneficiarse.
Uno de los casos más emblemáticos fue que lograron que las mujeres que buscaban el reconocimiento de sus hijos pudieran acceder a las pruebas genéticas y periciales en la Fiscalía General del Estado, pues se denunció la violencia que existía en contra de las mujeres.
“Este colectivismo y este actuar en conjunto ayuda bastante”.