El arquitecto Gastón Fourzán compartió sobre los primeros edificios que se construyeron en el primer cuadro de la ciudad de Chihuahua, entre los que destacan la joya del barroco del norte de México, la Catedral Metropolitana y el Palacio Municipal, con su estilo ecléctico, que revisten de monumentalidad y distinción el corazón de la ciudad.
El especialista en arquitectura chihuahuense, Gastón Fourzán, explicó que la ubicación de la Catedral Metropolitana de Chihuahua era esencial para el desarrollo del nuevo asentamiento.
“Para la Iglesia, el terreno tenía que ser donde está ahorita la Catedral, porque las iglesias preferentemente tenían que estar viendo hacia el oriente, hacia Tierra Santa. Por lo que correspondía a la Iglesia el terreno de cara al oriente, colindante con la plaza”, explicó.
Entre los edificios de época que sobreviven en el Centro Histórico de Chihuahua se encuentra la Catedral Metropolitana de Chihuahua, que data del siglo XVIII, así como la traza urbana.
“Detalló que el primer edificio en el área donde hoy está la Catedral se construyó hacia 1715, y se demolió 10 años después, para empezar a construir la Catedral, es decir en 1725, para construir el actual edificio, que es de estilo barroco, con tres naves, y en el imafronte de la puerta frontal, al apostolado, están ahí los apóstoles y lo preside San Francisco de Asís, porque es el patrono de la ciudad. La Catedral era la parroquia de Nuestra Señora de Regla y San Francisco, por eso está San Francisco en la parte más alta de la fachada”, explicó.
En el caso de la ciudad de Chihuahua, se decidió que las Casas Reales, es decir, la sede del Gobierno, estuvieran enfrente, por lo que definió lo que el especialista definió como una monumentalidad, el hecho de que estuviera enfrente de la Catedral.
“En términos de esa monumentalidad y en términos que se percibe como algo muy distinguido, es que el Palacio Municipal está enfrente de Catedral y en el eje de simetría de ambos edificios, y que el kiosco de la Plaza acentúa ese alineamiento de los espacios. Eso me parece que fue favorable y lo disfrutamos”, afirmó.
El resto de los edificios, como el de la Francia Marítima, las oficinas de la familia Terrazas y el propio Palacio Municipal pertenecen al periodo del siglo XIX, siendo este último perteneciente al estilo ecléctico, por combinar estilos.
“En el siglo XIX había cosas mezcladas, a ese estilo se le llama estilo ecléctico. El diseñador fue un arquitecto inglés”, refirió.
La Plaza de la Constitución, que se le conoce como la Plaza de Armas, era un lugar donde se realizaban corridas de toros, puestas en escena de obras de teatro, procesiones eclesiásticas, eventos cívicos que tenían que ver con el gobierno, y era un lugar muy vivo, donde siempre había actividades.
“No tenía más que la pila de agua, porque era un espacio libre para poder hacer todas esas cosas. No había árboles ni bancas, porque habrían estorbado. Todo eso era movimiento, poner el tablado para el teatro, o las trancas para las corridas de toros, tenía que permitir un espacio flexible para hacer todo ese tipo de actividades”, reseñó.
Al abordar el tema de la fundación de la ciudad de Chihuahua, que celebra su aniversario 313, mencionó que cuando se empieza a definir -porque las minas ya estaban trabajando-, ya había en la zona de la Junta de los Ríos muchas instalaciones. Fue parte de la discusión, todos los terrenos ya estaban ocupados, con haciendas de beneficio, instalaciones agrícolas y pecuarias.
Para finalizar, refirió que los terrenos del Centro fueron en buena parte donación de Trasviña y Retes; en la zona del Colegio de Jesuitas estaba don Manuel de San Juan y Santa Cruz; el predio del templo de San Francisco, en las calles 15 y Libertad, también fue donado por uno de los importantes de la época que cedían terrenos para que se fuera haciendo la instalación, donde la plaza era como el núcleo y se inició con la iglesia.