Tras una hora de caminata por la paz, en la que participaron cientos de personas integrantes de la Comisión Diocesana de Laicos, familias y autoridades eclesiásticas, así como familiares de víctimas de la violencia, arribaron a la Catedral Metropolitana de Chihuahua, en donde se reunieron para exigir justicia y paz para el pueblo mexicano.
"Señor, danos paz, para dar paz", pidieron al unísono al acercarse al principal templo chihuahuense, mientras alzaban sus manos en alabanza, llamando al Reino de los Cielos, al consuelo y al abrigo de la Santa Madre de Dios, gritando vivas a Cristo Rey.
La Plaza de Armas, en donde aguardaban otros tantos cientos de personas, sentadas en las jardineras de la plaza, así como en sillas apostadas frente a la Catedral, quienes se unieron a los cantos de los marchantes y a la oración que el Padre Gustavo Sánchez Prieto, vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, quien suplicó a dios:
"Venimos con un Chihuahua lastimado, un México dolido, hay mucha sangre, mucha violencia… pero hay más paz en tu corazón Señor, si quieres derramar en nosotros tu Espíritu Santo: escucha nuestra oración ésta tarde, queremos pedir que con tu espíritu toques la mente de nuestras autoridades, toques la mente y el corazón de todas las fuerzas y elementos de seguridad pública, que toques la mente y el corazón de quienes están organizados en la delincuencia y asesinan y desaparecen a las personas", pidió el Presbítero ante la congregación.
También pidió por quienes dejan anidar el odio, la envidia, la soberbia; escucha nuestra oración: "renuévanos con tu espíritu, por la sangre preciosa de tu hijo Jesucristo derramada en la cruz. ¡Señor, danos paz, para dar paz!", elevó su ruego y los cientos de fieles reunidos ahí junto con él.
Esto, al concluir la marcha que la Comisión Diocesana de Laicos Chihuahua y 32 organizaciones civiles encabezaron la tarde de este sábado, que en punto de las 18:00 horas partió de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, con dirección a la Catedral de Chihuahua, como parte de la Jornada de Oración por la Paz.
La caminata también significa un llamado a los gobernantes de los tres niveles de gobierno a rechazar la corrupción, la impunidad, el mal uso de poder y aplicar la ley, así como a los legisladores federales y senadores para que se trabaje por políticas públicas que se enfoquen en la caridad social.
Se inició en el templo del Sagrado Corazón de Jesús, casa de los jesuitas, avanzó por la avenida 20 de Noviembre, bajando por la Primero de Mayo, luego se tomó el Díaz Ordaz hasta la calle Juan Aldama y finalmente, por la Cuarta bajó a la Catedral Metropolitana