Algunas organizaciones de la sociedad civil y asilos, en donde se atienden y en ocasiones viven personas de la tercera edad y con discapacidad, no cuentan con la capacidad de llevar a vacunar contra el Covid-19 a sus beneficiarios, por lo que urge que el gobierno federal, a través de su esquema de aplicación de vacunas, atienda a este sector vulnerable de la sociedad.
Así lo dio a conocer la doctora Jessica Enríquez, quien explicó que dentro de sus labores como profesional de la medicina, brinda atención sin fines de lucro a distintas asociaciones en donde radican adultos mayores y discapacitados, varios de ellos hasta el momento sin haber recibido su primera dosis de vacunación, aún y cuando representan un sector vulnerable de la sociedad.
Añadió que el motivo por el cual no han sido vacunados es que no cuentan con la posibilidad de trasladarse a un centro de vacunación, asimismo, en diferentes ocasiones se ha pedido a las autoridades encargadas de la aplicación del fármaco que acudan a ese tipo de centro sociales para que se vacune a las personas incapacitadas para acudir a las jornadas, o que se proporcione la vacuna para que personal capacitado o médicos como Jessica puedan aplicarla.
“He visitado algunas instituciones en donde presto mi servicio como doctora y he realizado pruebas para detectar el Covid-19; son varios los lugares en donde he detectado que los beneficiarios de esas instituciones, en su mayoría adultos mayores y a personas con discapacidad, no han sido vacunados, ni siquiera se les ha aplicado la primera dosis, y eso se debe a que no cuentan con los recursos o con la capacidad para acudir a los centros de vacunación, y lo ideal sería que también a ellos se les pudiera llevar la vacuna”, explicó Jessica Enríquez.
Comentó que tiene conocimiento de que directivos de algunas organizaciones civiles han solicitado el apoyo, pero hasta el momento no se ha obtenido respuesta, por lo que hizo un llamado a las autoridades de salud para que puedan enviar un equipo de enfermería o de militares capacitados a administrar la vacuna anticovid a ese sector que por sus condiciones económicas se convierte en doblemente vulnerable.
Reiteró que son varias las personas que desde su posición como personal médico y de enfermería están dispuestas a acudir a brindar apoyo y ayudar en la aplicación de las vacunas, haciéndolo de manera altruista y sin buscar ningún beneficio a cambio, sólo atendiendo a la urgente necesidad de los ancianos y personas discapacitadas que no tienen los medios para ir por la vacuna.
“Incluso las autoridades pueden abrir algunos módulos o implementar algún mecanismo, para que los directivos de las instituciones puedan solicitar las vacunas, que sean contadas con un padrón de beneficiarios y así esas personas vulnerables puedan acceder a sus dosis como el resto de la población”, comentó la doctora.