El Gobierno del Estado de Chihuahua acompañó a la comunidad de Cerocahui en los solemnes homenajes celebrados el 19 y 20 de junio, con motivo del segundo aniversario luctuoso de los sacerdotes jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales.
Estos actos conmemorativos se llevaron a cabo en el templo de San Francisco Javier, donde reposan los restos de los religiosos y donde acudieron decenas de files seguidores y comunidades de la región de Urique.
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Durante la misa principal del jueves, el secretario de Educación y Deporte, Francisco Hugo Gutiérrez Dávila, en representación de la gobernadora Maru Campos, expresó su más sentido pésame y solidaridad con la población congregada.
El evento religioso fue concelebrado por el obispo de la diócesis de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval, y el obispo de la diócesis Cuauhtémoc-Madera, Jesús Omar Alemán Chávez. En la ceremonia se resaltó el valioso legado de los jesuitas, cuyo trabajo y dedicación dejaron una huella profunda en la región.
Acompañando al titular de la SEyD, estuvieron destacadas autoridades estatales, incluyendo al subsecretario de Planeación y Administración, Federico Acevedo Muñoz; los secretarios de Salud, Gilberto Baeza; de Pueblos Indígenas, Enrique Rascón; y la presidenta del DIF Estatal, María Eugenia Galván Antillón.
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Las actividades conmemorativas no solo se limitaron a la misa. La comunidad, incluyendo familias de la etnia rarámuri, participó activamente en los homenajes, con sus danzas de pascolas y música tradicional, los rarámuris dieron un toque cultural y espiritual a la conmemoración, destacando la riqueza de sus tradiciones.
Además, la caravana “Por la Paz”, realizada el día anterior, sirvió como un emotivo preludio a los eventos principales, subrayando el deseo común de paz y justicia.
Los jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales fueron asesinados hace dos años en un acto de violencia que conmocionó a la comunidad y al país. Desde entonces, su memoria ha sido honrada anualmente, y este segundo aniversario luctuoso reafirmó el compromiso del estado y de la comunidad local de mantener vivo su legado y continuar trabajando por la paz y la justicia en la región.
Este evento destacó por la amplia participación y el apoyo institucional, reflejando la importancia de la unidad y la colaboración entre las autoridades y la comunidad para enfrentar los desafíos actuales. La presencia del gobierno estatal en estos actos simboliza un esfuerzo continuo por reconocer y valorar la labor de los jesuitas, así como el compromiso con las causas de las comunidades indígenas y rurales que ellos defendieron en vida.