Las atenciones por violencia física familiar en hospitales y consultorios públicos de la entidad repuntaron 100% entre enero y agosto de 2021 y el mismo lapso de 2022, al pasar de 590 a 1,190, respectivamente, de acuerdo con las estadísticas más recientes de “Atenciones por Violencia Intrafamiliar”, de Vigilancia Epidemiológica federal por entidad federativa.
El reporte muestra que de los 1,190 casos atendidos hasta agosto, 881 fueron a mujeres en estado de crisis nerviosa, quienes presentaron hematomas en rostro, brazos y piernas, principalmente, por lo que se maneja en situación de probable violencia familiar.
En un menor porcentaje (160 casos) fueron atendidos al presentar heridas de mayor gravedad como golpes con objetos.
A ello se suma que en promedio anualmente en el estado se tienen más de 25 mil llamadas al 911 por violencia contra mujeres, según refiere el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dato que coloca al estado de Chihuahua a la cabeza en el país.
Las denuncias corresponden a incidentes de violencia como abuso sexual, acoso y hostigamiento, violación, violencia de pareja y violencia familiar.
Incluso en 2021 hubo un incremento, reportándose 30 mil 070 llamadas de este tipo por condiciones relacionadas con la pandemia del Covid-19, que van desde alteración emocional por encierro hasta factores económicos por desempleo.
El Secretariado Ejecutivo muestra que durante el primer semestre de 2022 se reportó la mayor parte de los reportes de violencia de parte de mujeres, pues en este lapso se registraron 13 mil 550 casos; en tanto que en 2021, la mayor parte ocurrió entre julio y diciembre.
De acuerdo con los datos, 63.2% de los casos de violencia de género los responsables son parejas sentimentales y en un porcentaje muy bajo, hermanos y exparejas. Esta estadística comprende formas de violencia como abandono o negligencia, violencia económica, violencia física, violencia psicológica y violencia sexual.
La violencia que más se refiere en las llamadas de auxilio están relacionadas con amenazas, gritos, empujones, advertencias de quitarse o privar de la vida a la víctima, o de llevarse a los hijos.