Al menos tres de las tiendas de venta de artículos chinos, ubicadas en el primer cuadro de la ciudad, han registrado un incremento en cuanto al robo hormiga por parte de presuntos clientes, por lo cual han adoptado medidas poco más extremas, como negar el acceso a los presuntos ladrones que ya tienen identificados, pegando sus imágenes en carteles.
Dos de estos negocios están ubicados sobre la calle Aldama, uno casi con esquina de la José Neri Santos y otra más cerca de la calle tercera, en pleno centro de la ciudad, donde incluso las empleadas comentaron que ya incluso han tenido que negarles el acceso, debido a que son los mismos.
Las empleadas comentaron que, durante la temporada decembrina, es cuando más robos hormiga detectan, debido a la gran demanda de clientes que tienen y a que los artículos que más roban, son pequeños o de poco valor, por lo que es más difícil poder sorprenderlos en el robo.
Explicaron que el modus operandi de estos sujetos, es que entran a las tiendas, recorren los pasillos y en un descuido, se meten a las bolsas de la ropa artículos que van desde encendedores, labiales, juguetes o simples paquetes de pilas.
Al cuestionarles si ya habían dialogado con los delincuentes sobre el porqué lo hacían, la respuesta que recibían era meramente por diversión o reto entre ellos, por lo que algunos accedían a pagar los artículos que habían sustraído.
En la famosa “galería del honor”, hay hombres y mujeres de todas las edades, los cuales también están “fichados” en otras tiendas, no solo de este tipo de artículos, sino de ropa, calzado y telefonía.
Al visitar otro de los establecimientos, este ubicado sobre la misma Aldama, entre Tercera e Independencia, el propietario, de origen asiático, comentó que al ver que ingresan los tipos que le han robado, ha decidido correrlos y avisar a otros comerciantes, para que estén al pendiente.
Incluso comentó que le ha hecho la observación a policías municipales en torno a qué andan los sujetos que comúnmente le roban, pero que como respuesta recibe que tiene que poner una denuncia formal para que sea la fiscalía la que los detenga o que tienen que ser sorprendidos en flagrancia.
Al cuestionarle si en alguna ocasión ha procedido legalmente contra estas personas, el comerciante asiático respondió que una sola vez, sin recordar el monto y artículo que le habían sustraído.
De esa ocasión, recordó que no le quedaron ganas de volver a proceder mediante una denuncia, debido a que perdió mucho tiempo en la fiscalía de distrito.
Como medida precautoria, optaron por correr a todos aquellos sujetos que ya identifican, al momento de que ingresan a la tienda, además de no permitir el acceso a los clientes con bolsas o mochilas.
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Respecto al tiempo que tienen con esta problemática, los comerciantes mencionaron que es desde que operan sus negocios, ya que por lo general son sujetos que pasan la mayor parte en el centro de la ciudad, para dedicarse a los atracos en esta modalidad.
El comerciante asiático destacó que la red que han montado con otros comerciantes del primer cuadro de la ciudad, para poder evitar estos robos, ha funcionado, ya que de inmediato se hace saber cuándo anda algún presunto ladrón empieza a rondar las tiendas o negocios.