“A raíz de la pandemia, la humanidad avanzó en un año el equivalente a diez años en tecnología y alfabetización digital, es decir, aprendimos a aprovechar los recursos y sistemas de información para llevar a cabo actividades que van desde el estudio hasta actividades laborales”, afirmó el Dr. David Picazo durante la conferencia “Pandemia, Educación, Guerra Mundial Z: la transformación educativa”, en el marco de la Semana del Humanismo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH.
El ponente agregó que gran parte de la población tuvo que aprender a utilizar estos medios para respetar el confinamiento obligatorio, y muchos de estos cambios quedarán de manera permanente, pues tanto las instituciones como las empresas han aprendido a valorar el trabajo de las personas aun cuando estas no están físicamente, pero muestran sus competencias a distancia.
Señaló que algunas de las herramientas que se pusieron en marcha por la pandemia fueron aplicaciones de bancos, páginas web, sistemas de compra en línea, “recursos de todo tipo y el mismo sistema de comunicación zoom. Muchos para seguir viviendo y respetar el confinamiento obligatorio aprendimos a usar estas herramientas”; apuntó.
También señaló que ”muchos de estos cambios quedarán de forma permanente en la población, la educación, la forma de entretenimiento, empresas y personas, comprendimos que estamos frente a un cambio de paradigma en la forma de estudiar y trabajar”.
El ponente explicó que en el aspecto laboral, las empresas valoraron la productividad de los trabajadores sin importar que estos estuvieran físicamente presentes, “y ya no va a importar mucho el nivel que los profesionistas puedan tener en cuanto a grado académico, sino el nivel de su competencia”.
Señaló que “los jóvenes van a tener que competir con profesionistas a nivel global, ya no habrá barreras para esto, ya el fenómeno de los trabajadores libres o free lance se volverá mucho más común”.
En este mismo sentido, recalcó que las empresas solicitarán a estas personas mostrar su capacidad con resultados, ejecutando lo que las organizaciones requieren.
También refirió que a nivel mundial,185 países tuvieron que frenar las clases presenciales, esto es, casi el 90 por ciento del total mundial, por lo que casi el 100 por ciento tuvieron que detener las actividades momentáneamente y luego migrar a las actividades no convencionales.
“Después de que la naturaleza de la enfermedad se volvió semipermanente, se continúa con la educación a distancia y esto representa un enorme reto a las instituciones para seguir en esta nueva realidad, porque estos temas los hemos venido desarrollando desde hace daños y deberán continuar”.