Los familiares de las 13 personas desaparecidas exigen al fiscal Roberto Fierro y ala gobernadora María Eugenia Campos actúen y negocien con los delincuentes para que les entreguen a sus seres queridos, como lo hicieron con los sacerdotes jesuitas.
Los familiares de los 13 hombres que intentaban cruzar la frontera por la región de Coyame, exigieron soluciones y un alto a las simulaciones.
Los migrantes se disponían a cruzar la frontera con los Estados Unidos desde la zona de Coyame el día 25 de septiembre de 2021, pero fueron detenidos por un grupo del crimen organizado, según relató una persona menor de edad que fue liberada y dejada a su suerte en el desierto.
A través de redes sociales del grupo que se ha conformado para recibir información sobre el paradero y promover la búsqueda, le pidieron a las autoridades estantes respuestas, “¿Qué se necesita para que los ciudadanos comunes podamos acceder a un poco de justicia, esa que tanto pregonan? ¿Qué necesitamos hacer nosotros para que se negocie por los nuestros, cómo se negocio por los jesuitas?”
De la misma manera cuestionaron a Maru Campos a quien le recordaron que también con ellos se comprometió a apoyarlos.
Las familias de Lorenzo Abraham González Mendoza, de 39 años; José Luis Pallares, de 47 años; Javier Ricardo López Rodríguez, de 38; Amador Aguilar Mendoza, de 55; Emmanuel Aguilar Bailón, de 24; Benigno Alberto López Castro, de 36; Luis Carlos Islas Villegas, de 30; Alán Ricardo Salas Torres, de 22; Daniel Villa Rascón; Elías Girón Mateo, de 31 años, y a Rodolfo Guzmán González, de 32 años, todos originarios de los estados de Chihuahua, Querétaro, Estado de México y Durango, quienes aparentemente habían contactado a la misma persona para cruzar a los Estados Unidos, adelantaron que no se van a quedar callados y seguirán exigiendo justicia.
Destacaron que si a las autoridades se les olvidan sus promesas, a ellos no. En sus hogares hay un lugar vacío, les falta un padre, hijo, hermano o un esposo.
“No pedimos justicia, pues sería mucho pedir en un estado en donde claramente se ve que la delincuencia está muy por encima de la ley”.
Los familiares imploran para que el corazón de los victimarios se ablande y regresen a sus seres queridos, en la condición en que se encuentren.