Desde la comunidad de San Juanito en el municipio de Bocoyna hasta la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, un trayecto de alrededor de ocho horas por carretera, se ha reforzado la presencia de elementos de seguridad y militar en la región serrana, a una semana de los homicidios de dos sacerdotes y un guía de turistas y el señalamiento que pesa sobre la autoría de un líder criminal en la zona.
Durante un recorrido realizado ayer, se detectó a decenas de elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional, luego de que el sábado se diera a conocer del arribo de un contingente de mil soldados enviados por el gobierno federal para el combate de la violencia que se presenta en la Sierra Tarahumara.
Según se percibió, los militares se encuentran realizando constantes recorridos en los poblados para mantener la seguridad y la búsqueda del presunto responsable de los crímenes, esto es José Noriel P. G., alias “el Chueco”, de unos 30 años de edad.
Por parte del Estado, se desplegaron decenas de unidades de la Secretaría de Seguridad Pública, que vigilan los accesos a Urique, desde el área de San Rafael hasta Cerocahui e igual que el personal castrense recorre las carreteras y brechas para vigilar y revisar vehículos sospechosos.
En Bahuichivo, que es la región más cercana a Cerocahui, ayer se apostaron policías y soldados a la entrada y salida del poblado, principalmente de agentes estatales, quienes custodiaron el cortejo y recorrieron la zona para inhibir los delitos y dar con miembros del grupo criminal de “el Chueco”, que opera en ese municipio.
En Cerocahui, desde que ocurrieron los hechos, se reforzó la presencia de elementos especializados de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes se han apostado frente al templo Misión de San Francisco Javier, donde fueron asesinados los padres jesuitas Joaquín César Mota Salazar y Javier Campos Morales, así como el guía de turistas Pedro Palma, el pasado 20 de junio.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, además del ataque en la iglesia, a José Noriel P. G. se le atribuye la desaparición de dos hermanos oriundos del municipio y a quienes habría privado de su libertad horas antes de ir al templo.
Según las indagatorias de la Fiscalía, “el Chueco” se habría enojado con los hermanos por un partido de beisbol, tras lo cual acudió al domicilio de los afectados donde también estaba la esposa e hija de uno de ellos, quemó la vivienda, ellas huyeron y desde entonces se desconoce el paradero de los dos hombres. Pese a los operativos, no se ha informado que ya hayan sido localizados.
A partir de que el viernes se informó que 200 oficiales estatales y de la Guardia Nacional realizaban los operativos para capturarlo, se ofreció una recompensa de 5 millones de pesos y se generó una alerta migratoria para que no escapara por los puentes internacionales hacia Estados Unidos, además de que el sábado se unió un contingente de mil soldados; se espera que en breve sea arrestado y encontradas las dos personas desaparecidas.
Es de suponer la coordinación policiaca con los estados vecinos de Sonora y Sinaloa, ya que según informes de la Fiscalía del Estado y de la General de la República, “el Chueco” estaría a cargo de un grupo armado del Cártel de Sinaloa en la zona de Urique y sus alrededores, que opera bajo el mando de la familia de Los Salazar que también ejerce influencia en parte de Sonora.