En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la diputada del Partido Acción, Nacional (PAN), Georgina Bujanda Ríos presentó ante el Congreso del Estado una iniciativa que tiene por objetivo transformar la manera en que se enfrenta la violencia en razón de género.
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Contemplando un cambio totalmente radical, la propuesta presentada pretende obligar a los agresores de las mujeres someterse a terapias especializadas y reeducativas durante la suspensión condicional del proceso.
En ese sentido, se busca no solo sancionar a los responsables de la violencia, sino también ofrecerles igualmente una oportunidad genuina de rehabilitación y cambio. Precisó que las autoridades deberán garantizar que estas terapias sean especializadas, gratuitas y accesibles.
“Es hora de dejar atrás el silencio y la inacción y tomar medidas concretas para construir un futuro donde todas las mujeres puedan vivir libres de violencia y miedo”, externó la legisladora en su exposición de motivos, subrayando que con esta reforma se sentarán las bases para una sociedad más justa y equitativa para todas las mujeres.
Considerando que la violencia es un problema relacional, es que la congresista presentó esta iniciativa recalcando que se ha constatada que la construcción social y psicológica con la que muchos hombres se identifican contribuye a la perpetuación de conductas violentas contra las mujeres.
“La inclusión de esta iniciativa en el marco legal refuerza el compromiso del Estado mexicano en la erradicación de la violencia de género reconociendo la necesidad de intervenir con los agresores para romper con el ciclo de violencia”, agregó Bujanda Ríos.
La panista aclaró que estas terapias no implican eximir a los agresores de sus responsabilidades, sino por el contrario, una de las metas principales es lograr que asuma las consecuencias de sus actos; “considerar el maltrato como inmodificable conduciría simplemente al encarcelamiento de los sujetos, lo cual no aborda de manera efectiva el problema subyacente”.
Es así como destacó que es un error contraponer la ayuda psicológica a la víctima con el tratamiento al maltratador bajo el argumento de que todos los recursos deben centrarse en las víctimas; “ambas intervenciones son necesarias y complementarias”.