En un recorrido por calles y negocios del Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua, se evidencia la falta de ascensos, rampas y señalamientos, tanto en edificios modernos como antiguos, para las personas que cuentan con alguna discapacidad, lo cual violenta directamente los derechos de este sector, que representa el 15.7% de la población, según el censo de Inegi 2020.
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En el artículo 7° de “Ley para la Inclusión y Desarrollo de las Personas con Discapacidad en el Estado de Chihuahua”, aprobada desde 2018, refiere que las personas con discapacidad tienen derecho al libre acceso y permanencia en espacios públicos, sean propiedad privada o pública, esto también incluye a los medios de transporte de pasajeros, pagados o gratuitos.
Sin embargo, en el Centro Histórico el avance hacia la inclusión de las personas con discapacidad parece avanzar de manera dispareja, pues aunque varios de los negocios en la zona han habilitado rampas para el libre acceso de las sillas de ruedas, no siempre están bien planeadas o suelen ser obstruidas, mientras muchos otros ni siquiera se han planteado la posibilidad de construirlas.
Mientras tanto en los transportes de rutas han sido otro reto a superar para los ciudadanos que viven con limitaciones en sus capacidades; por ejemplo, a pesar de que en el inicio de la implementación del sistema “Vivebús”, ahora llamado “Bowí”, había sido planeado para el acceso incluyente de los pasajeros, los ciudadanos suelen entorpecer estos sistemas, ya sea por desinformación o simple desinterés.
Lamentablemente los camiones con rutas urbanas no cuentan con algún método que facilite el abordaje para todo tipo de persona, por esto se convierte en una verdadera acrobacia para los pasajeros que no cuenten con todas las capacidades motrices.
Para los afortunados que se transportan en un vehículo particular existen sus propias dificultades, ya que las escasas áreas azules designadas para el uso de las personas discapacitadas son acaparadas por quienes no las necesitan, sin importar la multa que esto podría conllevar.
Este problema de tránsito se extiende hasta las banquetas donde la falta de rampas para la movilización orilla a quienes se mueven en silla de ruedas, a transitar en los carriles junto a los autos, poniendo en peligro su integridad y hasta la vida.
Todos estos obstáculos llegan a imposibilitar la independencia personal de este sector de la población, el cual representa un 15.7%, según el censo de población del Inegi de 2020, lo cual por cierto también es tomado en cuenta por la “Ley para la Inclusión y Desarrollo de las Personas con Discapacidad en el Estado de Chihuahua”.