En un recorrido por algunos camiones urbanos de la capital es evidente la diferencia entre los camiones con rutas dirigidas al norte y al sur de la ciudad, en los que los últimos se ven en peores condiciones.
A pesar de la clara diferencia de calidad entre el Bowí y los camiones de rutas urbanas, estos últimos los superan los precios, ya que cuestan 2 pesos más, de no contar con alguna credencial preferencial en el viaje de ida y vuelta se llega a gastar hasta 18 pesos.
Una mujer a bordo de uno de estos transportes comentó que para ella los altos precios del transporte público, no representan un problema gracias a que cuenta con su tarjeta de adulto mayor, sin embargo si afirmo que el mayor inobediente era que muchos camioneros conducían mal.
En el centro de la ciudad pudimos captar que camiones como Punta Oriente, Jardines, Cerro de la Cruz son las que presentaban condiciones más desfavorables, a diferencia de rutas como Riberas dirigidas al norte de la ciudad.
Sumando a la problemática se encuentra el hecho de la acumulación de personas durante las horas pico, lo que ocasiona un foco de propagación del Covid-19.
Aun que cuentan con desperfectos pareciera que las rutas urbanas carecen más que nada de recursos para reparaciones y multiplicar el número de unidades.