A niveles críticos escalan las condiciones de inseguridad en torno al campamento de migrantes improvisado al sur de la ciudad, donde ya se detectaron casos de robos, violaciones e incluso secuestros, lo que hace suponer un posible nexo de algunos de los extranjeros con grupos criminales.
Así lo han expuesto ante Fiscalía General del Estado (FGE) y Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) expertos que atienden de cerca el fenómeno de movilidad en esta capital, quienes ejemplificaron el caso de una familia que permaneció secuestrada por 15 días sufriendo todo tipo de vejaciones.
Ruby —cuyo verdadero nombre se reserva por razones de seguridad— relató a El Heraldo de Chihuahua el infierno que junto a su pareja y su hija vivieron poco después de abandonar el campamento en su intento por recorrer el último tramo hacia la frontera, el cual fue frustrado cuando fueron interceptados por un grupo criminal que los mantuvo en cautiverio en una zona despoblada de esta capital. Ella fue abusada sexualmente durante el secuestro.
La venezolana explicó que luego de permanecer algunos días en las inmediaciones de los patios de Ferromex, una persona que identificó como una de las organizadoras del asentamiento improvisado les ofreció el servicio de traslado a Ciudad Juárez para ella y su familia por un costo de 10 mil pesos, incluso precisando que viajarían con una mujer como conductora para su mayor tranquilidad.
Una vez cerrado el trato abordaron al vehículo, pero les pareció sospechoso que en caravana fueran seguidos por otro automóvil y una camioneta que no se despegaron durante todo el trayecto a través de la ciudad. La incertidumbre se tornó en una pesadilla hecha realidad al pasar la caseta de Sacramento, ya sobre la carretera a Juárez, cuando su conductora y el convoy que los seguía frenaron repentinamente; de la camioneta descendieron varios sujetos que se llevaron por la fuerza a la familia venezolana.
Ruby describió que los obligaron a subir a la camioneta y fueron conducidos por una brecha de terracería hasta una vivienda en una zona despoblada, ahí les exigieron dinero para dejarlos en libertad, sin embargo, no cargaban con una cantidad importante de efectivo y fue cuando sus captores recurrieron a métodos repudiables para presionarlos.
Ella fue violada frente a su pareja y él no pudo hacer más que pedir a Dios una oportunidad de poder salir de esa habitación y buscar los recursos para poder liberar a su familia.
Con el apoyo de amigos y familiares en Venezuela lograron reunir 3 mil dólares —alrededor de 50 mil pesos—, tras lo cual la familia fue liberada en un despoblado. Según relató Ruby, mil 500 dólares compraron la libertad de su hija y otros mil 500 la de su esposo, mientras que la de ella, los criminales se jactaron de haberse cobrado con la agresión sexual de la que fue víctima.
Sin posibilidad de comunicarse, con total desconocimiento de la zona y como pudieron, lograron salir de nueva cuenta a la carretera; destrozados, finalmente encontraron a un conductor que los llevó de vuelta a la ciudad de Chihuahua, donde finalmente obtuvieron asesoría y les brindaron la ayuda necesaria.
Según explicó Ruby, pasaron siete meses intentando llegar a Ciudad Juárez, sin embargo, al estar cerca de Reynosa fueron deportados y regresados hasta la última frontera de México, donde volvieron a emprender el camino y continuaron con el afán de poder llegar a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones para ella y su familia.
“Ya no queremos nada, no queremos quedarnos en México, ya nos queremos regresar, ha sido un martirio estar pasando hambre, cansancio y que nuestra hija esté viviendo todo este sufrimiento por casi un año, sin la posibilidad de que podamos tener una mejor calidad de vida a la que todos tenemos derechos”, finalizó.
Al momento las autoridades mantienen en resguardo a la familia, les han brindado diferentes apoyos para buscar la forma en que puedan salir de este aterrador episodio, por lo que el caso sigue en investigación tanto al interior del campamento como al exterior con alguna agrupación que tenga una especie de interés con el manejo de los migrantes.
Vecinos y comerciantes que se encuentran cercanos al campamento, ya han comenzado a alzar la voz y temen que la amplia concentración de migrantes, pueda generar incremento en la inseguridad o que pueda generar una tragedia porque todos los integrantes del campamento se encuentran vulnerables a las células delincuenciales y otras organizaciones que buscan lucrar con ellos.
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Como el caso de Ruby, se ha registrado otro en la ciudad de Chihuahua, pero en este caso, se logró identificar la participación de un extranjero, que al parecer había sido contactado por un grupo criminal que opera de la ciudad y le ofreció esta oportunidad, pero al parecer uno de ellos logró ser detenido.
De igual forma, representantes de organismos internacionales, como autoridades de seguridad y expertos en temas de migración, quienes han acudido a atender a los migrantes, han localizado patrones distintos a los que anteriormente han detectado en grupos de migrantes, pues incluso han detectado consumo y portación de cocaína, y cristal, robos entre ellos y otros delitos que han comenzado a encender las alarmas entre diversos sectores.