Édgar R. y su hijo Bryan R., quienes aparecen en la investigación 803/2024 como los que presuntamente dispararon en contra de Gabriel Alejandro D. A., están en calidad de prófugos, ya que de acuerdo a testimoniales recabados por agentes de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), ellos son los que llegaron al domicilio de Rincones de San Francisco y accionaron al menos un arma de fuego.
Mientras que Diego Z. B. quedó acusado como coautor de homicidio calificado en contra de Gabriel Alejandro D. A., ya que en base a lo que los representantes sociales lograron recabar, el presunto responsable lanzó amenazas de que “balearían la casa” de uno de los amigos de “Alex”, situación que cumplió junto con el padre e hijo que están prófugos.
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Ante esto, Diego quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva en el Centro de Reinserción Social de Aquiles Serdán, dando la jueza un plazo de seis meses para el cierre de la investigación. La detención del presunto responsable se dio la mañana del lunes 4 de marzo, por agentes ministeriales.
De acuerdo a lo narrado por los agentes del ministerio público ante la jueza Hortensia García, los hechos se registraron durante la madrugada del 2 de marzo del presente año, en la calle Basilio Jacome, del fraccionamiento Rincones de San Francisco.
Previo al ataque armado, todo inició en el antro denominado República, ubicado en el Periférico de la Juventud, donde Diego y unos amigos, entre ellos Bryan, sostuvieron un pleito sin golpes con amigos de Gabriel Alejando, sin que este último incluso interviniera en el conflicto de manera directa.
Los relatos indican que los amigos del ahora occiso y de Diego sostuvieron una discusión al exterior del lugar, previo a que en el interior del bar estuvieron mesa con mesa y se percataron de que entre algunos de los presentes habría algunas rencillas.
Tras el pleito, Diego Z. B. y un amigo identificado como Bryan R. los amenazaron con que dispararían en casa de uno de ellos, por lo que del antro, fueron al domicilio de este último y que ahí, le comentaron a su papá del pleito, por lo que los tres se trasladaron en una camioneta Journey para buscar a los jóvenes, entre ellos Gabriel Alejandro.
Una vez que llegaron al domicilio de Rincones de San Francisco, Bryan y su papá se estacionaron en la esquina de la calle arriba citada y a gritos, el señor preguntó por quien había amenazado a su hijo, disparando contra los jóvenes e hiriendo de gravedad a Gabriel Alejandro.
En los testimoniales de algunos amigos de Gabriel Alejando, destacan que al ver a los agresores llegar a bordo de una camioneta Jeep, dos de los tripulantes portaban armas de fuego, siendo el papá de Bryan quien presuntamente disparó.
Los amigos de Alejandro, al escuchar un disparo, se tiraron de manera inmediata al piso, escuchando que el automotor se había retirado de manera inmediata del sitio, por lo que tiempo después, comenzaron a percatarse de que el joven les decía que le habían disparado, pidiéndoles ayuda.
De manera inmediata, los amigos del ahora occiso comenzaron a brindarle los primeros auxilios, para decidir llevarlo a un nosocomio cercano para que recibiera atención médica, sin percatarse de que alguno de los presentes ya había hablado al 911.
Al llegar los primeros respondientes, los jóvenes les comentaron que en el auto Malibú 2010 estaba sin vida Alejandro, por lo que procedieron a llamar a las autoridades ministeriales. La causa de muerte del joven de 19 años, de acuerdo al estudio forense, fue por proyectil de arma de fuego, calibre .38 milímetros, con herida en el tórax.
Previo a que la jueza dictara la medida cautelar de prisión preventiva, la madre de Gabriel Alejandro D. A., el joven muerto durante una riña en Rinconada de San Francisco, dijo temer por su vida al haber dos sujetos prófugos de la justicia.
Durante la audiencia inicial en contra Diego Z. B., acusado de homicidio calificado, la madre del ahora occiso dijo que los dos masculinos que están libres, podrían tener nexos con el crimen organizado, por lo que temía por su seguridad, pidiendo que al joven que está en calidad de presunto responsable se le dictara la medida cautelar de prisión preventiva en este momento.
La madre del ahora occiso dijo que los dos, Édgar R. y Bryan R., padre e hijo respectivamente, y que están libres, podrían tener nexos con el crimen organizado, por lo que temía por su vida y la de su familia.