La depredación del bosque ocasiona que las lluvias se alejen, los manantiales se sequen y no haya producción de alimentos en las comunidades indígenas.
“El bosque antes estaba muy bonito, pero ahora ya está acabado”, señaló Domingo González, de la comunidad de Bosques San Elías Repechique, en el municipio de Bocoyna, quien agregó que no están respetando el bosque.
Domingo explicó que antes recogían 70 costales de maíz, el año pasado apenas si llegaron a 14 por lo que muchos tuvieron que salir de su comunidad para trabajar en las huertas manzaneras a fin de sobrevivir.
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Domingo explicó que sembraron el maíz en la tierra seca y suelta, “Estamos esperando que crezca el maíz. Sembramos, pero está muy salteado el maíz, no nació parejo”.
La depredación del bosque acarrea que la fábrica de lluvias que es la Sierra Tarahumara ya no funcione bien, “No es lo mismo un pino joven para llamar la lluvia”, señaló Arturo Merino, de la comunidad de Tehuerichi en el municipio de Carichi.
Afirma que acabar con los grandes pinos ha venido afectado, porque la lluvia no llega a tiempo y no hay cosechas.
Arturo mencionó que hace como 7 años, nevaba de manera intensa, la acumulación de nivel alcanzaba 70 centímetros de altura, todo se cubría de blanco. ahora apenas si se rocía.
“Los manantiales se secan por la falta de lluvias, no podemos tener suficiente maíz y tenemos que salir a trabajar para dar de comer a la familia”.
Arturo destacó que el año pasado levantaron muy poco maíz, porque cuando el maíz requería agua para crecer dejó de llover. Tampoco levantaron frijol, se secó. “Esperamos que este año podamos levantar algo, ahorita está lloviendo un poco más”.
Señaló que con las lluvias que se han registrado el río Conchos creció y hasta el arroyo lleva crecida.
Por su parte, Jesús Vega de la comunidad de Cuiteco, municipio de Urique señaló que antes la lluvia llegaba a tiempo, “Ahora se está tardando mucho, las lluvias son diferentes porque antes era mucha el agua, en el cielo había relámpagos muy bonitos”.
Jesús afirma que además se han secado los aguajes y no tienen agua. Con las lluvias empieza a correr el agua y tienen la esperanza de que haya buena lluvia.
Las comunidades que han resentido el cambio climático y la explotación desmedida del bosque, lo que ocasiona que las lluvias no se presenten a tiempo y sufran hambre.