El rector de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en el estado de Chihuahua, Pbro. Gustavo Enrique Sánchez Prieto, festejó este domingo 21 de julio el 46 aniversario de vida sacerdotal, con la celebración de la sagrada eucaristía dominical.
“Dios es nuestra paz, nuestro descanso, nuestra alegría. Me toca decirlo ahora, particularmente en este aniversario 46 de mi ordenación sacerdotal”, afirmó el recién nombrado rector de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en el municipio de Aquiles Serdán, en el área metropolitana de Chihuahua.
Hasta hace tan solo unas semanas, el Padre Sánchez Prieto, había ejercido su ministerio en la zona rural del extremo sur del municipio de Chihuahua, en el Ejido Tomás García, donde se encuentra el Santuario dedicado a San Judas Tadeo, quien desde hace unos años, se ha convertido en el santo patrono por decisión popular de las y los chihuahuenses, a donde peregrinan constantemente para solicitarle algún favor, o como agradecimiento de los milagros concedidos.
Con nostalgia, compartió que recibió el llamado a la vida sacerdotal y recibió la ordenación como presbítero por parte del arzobispo emérito de Chihuahua, Su Excelencia, monseñor Adalberto Almeida y Merino, quien fue llamado a la Casa del Padre, el mes de junio del año 2008.
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“Don Adalberto Almeida, en paz descanse, tuvo la osadía de llamarme a participar en el sacerdocio de Cristo y me impuso las manos, y fue él quien pronunció la oración consagratoria. Estaban mi papá, mi mamá, mis hermanos. Los muchachos de Santa Rosa, como anunció de tantas otras personas, que a lo largo de estos 46 años, me han acompañado, a quienes he servido”, compartió el Padre Negris, como es llamado cariñosamente por la comunidad católica chihuahuense.
Por todas las experiencias vividas a lo largo de casi cinco décadas de servicio sacerdotal, el Padre Gustavo Enrique Sánchez Prieto, emitió una expresión de gratitud, y también, solicitó el perdón a quienes pudo haber sido un obstáculo en su camino a la santidad.
“Le doy gracias al Señor por todo esto, al tiempo que le pido perdón. Sí, no he sido puro bueno, no he sido puro malo, pero, con humildad hay que decir: perdón. Y con una profunda gratitud, ¡Gracias, Señor! Cuarenta y seis años con Don Adalberto, con Don José Fernández, y ahora, con Don Constancio, en este presbiterio de Chihuahua”, manifestó quien también es vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua.
Para finalizar, el padre Negris, solicitó la bendición de Dios, para todos en la comunidad de Chihuahua, pero particularmente, para quienes forman nuevos sacerdotes en el Seminario, y a los 15 nuevos seminaristas que ingresaron al nuevo ciclo Introductorio a la institución que compartió, ha estado presente en más de la mitad de su vida.
“Que el Señor nos siga bendiciendo, a nuestra comunidad, el Seminario, que ha sido más de la mitad de mi vida. Dios nos bendiga. Felicidades, oramos unos por otros”, concluyó.