La fiesta guadalupana se vivió en la ermita donde se construye la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Chihuahua, donde se celebró el aniversario de la aparición de la Virgen, con danzas de matachines, las tradicionales Mañanitas, y la santa eucaristía, en la solemnidad de Santa María de Guadalupe.
La misa fue cocelebrada por los sacerdotes Fernando Talamantes Zamarripa, rector de la Basílica de Guadalupe en Chihuahua, y Gustavo Sánchez Prieto, rector del Santuario a San Judas Tadeo, y vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua.
Al inicio de la ceremonia, por el pasillo central de la ermita, primero entraron las danzas de matachines, encabezadas por la Danza de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, quienes con tambores y sonajas, presentaron su devoción a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen está rodeada de flores, en un marco de rosas blancas y amarillas, y a sus pies, diversos arreglos florales, de los que destacan las rojas nochebuenas, alegres y amarillos girasoles, entre otras, que perfuman el altar.
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El padre Fernando Talamantes, dio lectura al evangelio según San Lucas, en el que se narra la visita de María a Isabel. Por su parte, el padre Sánchez Prieto, destacó que Cristo el Señor, es quien presidió la eucaristía que celebraron unidos al arzobispo, monseñor Constancio Miranda Weckmann, y con la seguridad de contar con su bendición pastoral.
“Qué bonito el evangelio que acabamos de escuchar: dos mujeres que se encuentran, y un camino que es Cristo. Isabel, anciana, que está esperando al hijo que ha concebido con Zacarías, anciana y estéril y el Señor los bendijo con un hijo. María, virgen, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, por obra del Espíritu Santo, se encuentra esperando un hijo, Jesús. Juan, el hijo de Isabel, Jesús, el hijo de María. Y el evangelio nos presenta esta escena en un marco de alegría y gozo. Pero ¿qué no habría también incertidumbre y ansiedad?”, cuestionó el padre Sánchez Prieto.
En su homilía, el sacerdote Gustavo Sánchez, discernió que se trataba de Isabel, una mujer anciana y estéril embarazada, con preguntas en su mente y corazón. Y con todo, con una profunda actitud de fe. Por su parte, María, una joven, muchacha virgen, quien antes de vivir con su esposo, estaba esperando un hijo. Sin embargo, en medio de las incertidumbres y ansiedades, fue recibida con el saludo de “bendita eres entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre”.
El padre Sánchez Prieto, se refirió también, a lo acontecido en el Tepeyac en el año 1531, 10 años después de la caída de Tenochtitlán, cuando la situación que vivía México era terrible, para los indígenas y españoles, y que había problemas, dificultades y se dejó sentir la dulce presencia de la Madre del verdadero Dios, por quien se vive.
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“Y le dice, a Juan Diego: hay dificultades, pero, “¿Acaso, no estoy yo aquí que soy tu madre?”, y nos llama para que desde la colina del Tepeyac, podamos experimentar su compasión, auxilio y defensa. Del acontecimiento del Tepeyac, vamos a nuestra historia presente. Hay incertidumbres por el presente y el futuro, vamos al 2024, con un signo de interrogación enorme, dentro de un año, ya serán hechos consumados. Solo Dios sabe qué estaremos diciendo en un año, pero ahorita hay incertidumbre, hay ansiedad, no solamente una pregunta por el futuro, una triste constatación del presente. Una violencia que cabalga a lo largo y ancho de la república dejando una estela de muerte y de sangre; además de muertos, desaparecidos, también en nuestra ciudad”, expresó el sacerdote.
En ese sentido, el rector del Santuario a San Judas Tadeo, mencionó que así como Isabel y María; así como Juan Diego, y el México naciente; en este Chihuahua, en este México del siglo XXI, también hay preguntas, incertidumbres, y ansiedades, pero tenemos también, esperanza.
“Con Isabel, podemos decir ¿quién soy yo?, para que la madre de mi Señor venga a verme. Para que mi Señor mismo, (vamos a celebrar el misterio de la navidad, estamos celebrando la eucaristía). Nos alegramos con Isabel, Juan Diego y María, la madre viene a nosotros; y con ella, viene su hijo. Bendita tú, entre las mujeres, bendita madre, feliz esperanza, feliz evangelio que hemos recibido. Que el Señor escuche nuestras súplicas, miedos, frustraciones y corajes, aquí estamos, y está aquí Jesús, y estás tú, María”, exclamó.
Las actividades de la Fiesta Guadalupana, en la Basílica de Guadalupe en Chihuahua iniciaron desde el pasado lunes 11 de diciembre, con la santa misa, serenata con mariachi, y espectáculo de pirotecnia, en la víspera de la solemnidad. Este martes 12 de diciembre, a las 13:30 horas, se celebró una primera misa, luego, a las 15:00 horas, se interpretó una serenata con mariachi, en la que cantaron Las Mañanitas, acompañados de la feligresía; una segunda misa, cocelebrada por el padre Sánchez Prieto y el padre Talamantes Zamarripa; y para finalizar, el sorteo de la Basílica de Guadalupe, que se realiza para recaudar fondos para la construcción del sagrado recinto.