Este tercer domingo ordinario, la grey católica celebró el Día de la Palabra de Dios, reconociendo la necesidad de acogerse a la Ley de Dios, por lo que la Biblia fue colocada en un atril especial para invitar a los feligreses a despertar su fe y que no solo la vean escrita en un libro, sino que la hagan acción.
El arzobispo don Constancio Miranda Weckmann al presidir la misa dominical en la Catedral Metropolitana de Chihuahua explicó que el Papa Francisco ha decretado que cada tercer domingo del tiempo ordinario se resalte la palabra de Dios, por lo que exhortó a ser un buen cristiano que de testimonio de Cristo y de su evangelio
En la primera lectura se recordó la primera vez que el pueblo de Israel escuchó la proclamación de la palabra de Dios, a pesar de que sentía la necesidad pero solo la veían y leían los escribas y sacerdotes. Este hecho ocurre 430 años antes de Cristo cuando ya habían escrito varios libros de la biblia pero no estaban al alcance del pueblo.
Fue Esdras quien lee la ley de Dios cuando entiende que el pueblo se desarrollara con la lectura, meditación e interpretación de los libros sagrados.
Actualmente se reconoce la necesidad de acudir a la palabra de Dios, hoy es el día de la Palabra de Dios, cada tercer domingo ordinario se resalta la palabra de Dios.
El jerarca de la iglesia católica además resaltó que en el evangelio según San Lucas se reflexiona como el Espíritu Santo es el que mueve a la acción, por lo que Jesús fue guiado por la fuerza del espíritu para regresar a Galilea para anunciar la llegada del mesías a los pobres, a los sencillos y a los desposeídos.
“Ya que Jesús se declara como el evangelizador de los pobres, conviene que nos preguntemos si somos verdaderamente aptos y su estamos listos para escuchar la palabra de Dios y hacerla anidar en nuestros corazones”, señaló el arzobispo.
Ante ello dijo que es necesario que no caigan cautivos de la soberbia, del odio y de la basura que van acumulando en el día, sino que se procure la fe en Cristo a fin de que puedan encontrar la libertad y que iluminación en sus vidas.