La comunidad católica se unió en oración por los misioneros para que apostolado sea fructífero, ello en el Día Mundial de las Misiones DOMUND donde se encomendó a Dios a todos los misioneros que se encuentran realizando la tarea evangelizadora.
Monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua al presidir la misa en la Catedral Metropolitana se unió a la oración por las mujeres a fin de que estén atentas en el cuidado de su salud, sobre todo para prevenir el cáncer de mama; por los médicos, quienes mañana celebran el Día del Médico, para que realicen su labor con servicio, amor y reciban el merecido reconocimiento; y por los miembros de la comunidad para que transmitan la luz y alegría del evangelio al mundo cristiano.
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El penúltimo domingo de Octubre se conmemora el Día Mundial de las Misiones, la invitación es a mirar hacia el mundo entero para compartir el evangelio, por lo que al pie del altar se colocaron cinco jarrones de colores con los nombres de los continentes, para que a través de la oración y el apoyo económico se pueda auspiciar que en todo el mundo y sobre todo en aquellos sitios tan recónditos, donde poco o nada se sabe de Dios, por lo que se invitó a la feligresía a apoyar esta jornada en pro de las misiones.
En tanto, en la reflexión del evangelio basada en “Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, monseñor señaló que la frase se usa para acallar a la iglesia cuando sale en defensa de alguna situación. En la segunda parte, afirmó que Dios brinda un criterio para averiguar lo que es de Dios.
“Lo que tiene la imagen de Dios es de Dios y nos pide respeto”, por lo que dijo que antes de atentar en contra de un niño que se encuentra en el vientre de la madre, hay que respetarlo. “Preguntense de quien es la imagen y amémonos por ser imagen y semejanza de Dios”.
De la misma manera habló que los bosques y la naturaleza son de Dios y hay que respetarlos y cuidarlos, porque son vida.
Ante ello se unieron en oración para pedir la ayuda de Dios, que les ayude a respetar la imagen de Dios en el entorno, principalmente en el trato de los hermanos para amarlos, respetarlos y quererlos.
