La maestra Diana González López, catedrática de la facultad de Zootecnia y Ecología de la Universidad Autónoma de Chihuahua, reconoció como muy lamentable la situación del tema del agua, en la que afirmó que Chihuahua sí está en una situación de riesgo, como una entidad con un nivel de vulnerabilidad alto, ante los efectos de la sequía, de malas prácticas en el uso y manejo del agua.
“Seguimos manteniendo cultivos que no son sustentables ni sostenibles. Cultivos que demandan grandes cantidades de agua. El 80% del agua se va en uso agrícola; esto refleja la falta de tecnología, la falta de conciencia, la falta de compromiso y responsabilidad en el uso y consumo del agua”, afirmó la docente universitaria.
En ese sentido, destacó que son importantes las buenas prácticas al interior de las casas habitación, la conciencia de la ciudadanía, porque todos los ciudadanos tienen una responsabilidad en el uso del agua, en cuidar, en implementar prácticas, bañarse en tiempos cortos, y muchas otras buenas prácticas como el riego moderado de jardines, lavado de cocheras y carros, de manera adecuada, y hecho a conciencia.
“Lo que cuestionaría mucho es el tema del riego agrícola: debe haber políticas públicas, incentivos y mecanismos que permitan eficientar el uso del agua para el sistema agrícola.
Es necesario que las autoridades incentiven políticas públicas y promuevan una gobernanza hídrica, es decir, todo el conjunto de lineamientos y procesos que tendrían que implementarse para hacer un correcto uso del agua, un consciente uso de este recurso, pero la característica de la gobernanza, es que se involucran los usuarios directos en todos los niveles, también las autoridades del agua, gobernadores y comunidades para verdaderamente promover esquemas que sean funcionales”, afirmó Diana González.
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Así mismo, expresó que urgen políticas que promuevan la conservación del sistema eco sistémico, del sistema ambiental; puesto que el agua se produce en regiones naturales, que prestan este servicio de la captación del agua, para que ahí donde se capta, pueda ser distribuida a las comunidades.
“Una gobernanza hídrica tendría que apostar por la protección de estas regiones donde se presta el servicio eco sistémico, tendría que privilegiar la restauración de aquellas zonas en donde el servicio es presentado. Evitar la contaminación de este recurso y la obligatoriedad de contar con ecotecnias y mecanismos que nos ayuden a captar agua”, manifestó la catedrática.
Para finalizar, puntualizó que en esas aristas deben trabajar las autoridades, la sociedad, la iniciativa privada, y la academia, cada uno desde su colaboración y trincheras para trabajar en estas vertientes relacionadas con el tema del riesgo hídrico.