Chihuahua se posiciona en el segundo lugar a nivel nacional en accidentes viales, sólo por debajo de Nuevo León y el tercer lugar en accidentes fatales, en lo que va del año Chihuahua capital registra 11 víctimas mortales.
“En Chihuahua es muy fácil adquirir vehículos de procedencia extranjera y ello incrementa el problema”, señaló el ingeniero Salvador Fernández Ayala, presidente de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres (AMITAV), quien abordó los aspectos más relevantes de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial donde se prioriza a los peatones.
Lo anterior al participar en el Foro Binacional de Movilidad y Seguridad Vial en el bloque de conferencias denominado ¿La planeación de la ciudad favorece una movilidad segura? Que fue moderado por el ingeniero Julio Mercado Rodríguez, presidente de la CMIC en Chihuahua, quien además resaltó que las cifras en Chihuahua son alarmantes, hay vías sumamente conflictivas como el periférico Francisco R. Almada y el periférico de la Juventud, donde constantemente se registran víctimas de accidentes viales y atropellos a consecuencia de la inseguridad vial y de la falta e infraestructura.
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Chihuahua tiene graves problemas viales, para empezar existen alrededor de 2 millones de autos, ello congestiona las arterias viales y ocasiona 12 víctimas fatales por cada cien mil habitantes, el año pasado las víctimas mortales fueron 80 y en el 2022 fueron 82.
Ante esta situación se dijo que la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial no sea letra muerta, dado que a nivel estatal en Chihuahua no existe la armonización y en los proyectos se sigue dando prioridad a los automóviles, cuando en la ley en la jerarquía de la movilidad se favorece en todo momento a la persona, a los grupos en situación de vulnerabilidad y sus necesidades, garantizando la prioridad en el uso y disposición de las vías.
La jerarquía de la movilidad prioriza al peatón, luego el ciclista, las personas usuarias y prestadoras de servicio público de transporte e pasajeros; luego las personas prestadoras de servicios de transporte y distribución de bienes y mercancías; en el último eslabón se encuentran las personas usuarias de vehículos motorizados particulares.
Se dijo que para detener el crecimiento de la tenencia de autos debe contarse con servicios de transporte u de infraestructura vial eficiente, pero sobre todo eliminar los factores de exclusión o discriminación al usar los sistemas de movilidad para que todas las personas gocen y ejerzan sus derechos en igualdad de condiciones.
El ponente destacó que se requiere de gente en movimiento con un gobierno que camine a su lado al que se le pueda exigir vialidades incluyentes, sin embargo los políticos de hoy no caminan ni se suben al transporte público, por lo que no conocen las necesidades de la población.
La meta es llegar a tener una calle completa que es aquella que está diseñada para facilitar el tránsito seguro de las personas usuarias de las vías, de conformidad con la jerarquía de la movilidad, que propicien la convivencia y los desplazamientos accesibles y eficientes.
“El ciudadano y el usuario debe ser siempre el centro de toda política de movilidad que se plantee y la estrategia más viable es hacer que el ciudadano haga valer su derecho a la movilidad como un elemento de cohesión social y de crecimiento económico".