Un 22% de los niños y jóvenes fallecidos a consecuencia del Covid-19 presentó como comorbilidad el factor obesidad, según datos de la Secretaría de Salud del Estado.
La dependencia muestra que en lo que va de la pandemia, han fallecido 27 menores de entre 0 y 14 años, de los cuales el 22%o (5 niños) padecía obesidad. De igual forma, las muertes de 15 a 29 años son hasta el momento 97, de los cuales 21 padecían obesidad.
Cabe señalar, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en los últimos tres años el estado registra un repunte de casos de obesidad en menores de 12 años, al pasar de 93 mil 215 en 2018, a 98 mil 150 el año pasado.
El Inegi muestra que cerca del 10% de la población infantil presenta este problema de salud, tomando en cuenta que el grupo de personas de 0 a 12 años en la entidad asciende a 982 mil 401 personas.
El nutriólogo Jesús Noemi dijo que los padres de familia deben acostumbrar a sus hijos desde edades tempranas, a comer de manera saludable, para evitar que se formen malos hábitos alimenticios como la ingesta de alimentos hipercalóricos.
Refirió que es de vital importancia que desde el hogar exista una educación de hábitos saludables, ya que no sólo se trata de un problema de sobrepeso en sí, sino que acarrea muchas otras enfermedades que disminuyen la calidad de vida de la persona, como puede ser la diabetes o la hipertensión.
“Para llevar una alimentación saludable es necesaria una dieta equilibrada, variada y suficiente con 5 comidas al día, en poca cantidad y frecuentes, en las que se invierta el tiempo necesario para masticar los alimentos correctamente”, explicó.
También se recomienda beber agua en las comidas y entre éstas, de 8 a 10 vasos al día, evitar las bebidas azucaradas, gaseosas y alcohólicas, por el alto contenido energético que contienen. Los alimentos de preferencia que sean bajos en grasa de origen animal, al elegir el menú, es importante incluir alimentos frescos y de temporada, con un contenido en fibra.
Lo ideal, dijo, es incitar a los infantes a realizar algún tipo de ejercicio físico de manera frecuente, con el fin de mejorar su condición física y enfocar el gasto de energía en una actividad sana, ya que podrían aprovecharlo compartiendo tiempo de calidad con otros niños ejerciendo actividades en común y contribuyendo su salud.
Destacó que la obesidad está asociada a un elevado riesgo de padecer otras enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, las consecuencias de estos padecimientos asociados van más allá de la salud, ya que reduce la productividad de las personas.