En celebración al aniversario número 33 de la Central de Abastos de Chihuahua, se llevo a cabo una taquiza donde estuvieron presentes todos los trabajadores del lugar, además de algunos vecinos cercanos quienes se acercaron a disfrutar del evento.
Una vez terminada la comida para los empleados se celebró una misa en las oficinas de la central de abastos, donde estuvieron presentes el presidente de la Central de Abastos Maurilio Ochoa y su esposa, así como familiares y amigos.
El señor Ochoa contó que en años anteriores se realizaban carreras con premios para los ganadores, quienes bien podrían ser los mismos trabajadores de la central, vecinos que se unieran al evento o amigos y socios que desearan ser participes de la convivencia.
Maurilio inició la construcción de la Central de Abastos gracias al apoyo del exgobernador Fernando Baeza, asimismo comentó el señor Ochoa que dejo un segundo terreno donde planeaba hacer la segunda etapa de este proyecto, que por el momento se sigue planeando el inició de su construcción.
En estas bodegas hay alrededor de 100 comerciantes con 200 bodegas especializadas con un sistema de refrigeración, al cual se le da mantenimiento constante para que los alimentos que almacenan sean de la más alta calidad.
Maurilio contó que las ventas dentro de la central oscilan entre 800 y mil toneladas diarias, las cuales se reparten alrededor de todo el estado en lugares como la Sierra, Cuauhtémoc, Ojinaga, Parral delicias, Camargo, Casas Grandes, entre otros, a excepción de Ciudad Juárez.
Asimismo, comentó que a diario los comerciantes de la capital acuden a comprar sus suplementos ya sea para vender en sus propias tiendas o ingredientes para cocina; es común que las amas de casa acudan a la Central de Abasto, "porque consiguen mejores precios y productos frescos" señaló el señor Maurilio.
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Para que los alimentos permanezcan en buen estado, se pide a los tráileres que dejan la comida en la central de abastos que lleguen en la noche, de esta manera los productos se almacenan de manera correcta y se mantienen frescos dentro de los almacenes, los cuales tuvieron que adecuar con refrigeración especial.
Además, la esposa de Maurilio Ochoa, Carmela de Ochoa mantiene abierto un dispensador de medicamentos que también funciona como centro de acopio; este es un consultorio abierto para el público, el cual es utilizado por los vecinos de la colonia Aeropuerto, sin embargo, es comúnmente usada por los mismos trabajadores de la central.
Este dispensador fue abierto alrededor de 1990, con la idea de ayudar a aquellos que lo necesitaran. Dentro de este dispensario médico se encuentra una placa que cuenta como es que la vida se basa en el servicio, y cómo en esta acción se puede encontrar la alegría.