El fenómeno de El Niño que se ha prolongado por un año llega a su fin este mes de abril del 2024, tras un ciclo que ha dejado temperaturas récord y diversas consecuencias climáticas.
El Buró de Meteorología del gobierno de Australia fue la primera agencia climática en reportar la conclusión de este poderoso fenómeno: “El Niño ha terminado y El Niño-Oscilación del Sur (ENSO) ha vuelto a neutral. Los modelos climáticos indican que ENOS probablemente continuará siendo neutral hasta al menos julio de 2024”, comunicaron a través de su página web.
Durante las últimas semanas, se habían observado condiciones que indican la transición de El Niño hacia un estado neutral del fenómeno ENOS. De manera que se presentó una disminución en las anomalías positivas de la temperatura superficial del mar en las regiones cercanas al ecuador.
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De acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, este El Niño, que inició en junio de 2023 y alcanzó su punto máximo en diciembre pasado, ha sido especialmente fuerte, provocando un aumento de las temperaturas, de manera que cada mes rompía récord de calor con respecto a años anteriores.
El nombre técnico de este patrón climático es El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que tiene tres fases distintas:
- El Niño que se caracteriza por ser cálido
- Las condiciones neutras, o ENOS inactivo
- La Niña, que es más fría, y se puede decir que es lo opuesto de El Niño
La esperanza de la lluvia
Este cambio hacia un periodo neutral del ENOS podría tener implicaciones significativas para México y particularmente para estados norteños como Chihuahua, que atraviesan una prolongada sequía, misma que se ha convertido en una amenaza para la producción agrícola y la ganadería.
Por un lado, durante el periodo de ENOS inactivo o neutral, el clima podría recuperar sus ciclos con normalidad y presentarse lluvias. Sin embargo, existe la posibilidad de que, entre los meses de junio y agosto, se desarrolle La Niña, lo que podría agravar la sequía y afectar la temporada de lluvias. Ya que al disminuir la temperatura de las aguas superficiales del océano también disminuye la evaporación y la formación de nubes.
Sin embargo, el ENOS es un fenómeno complejo que afecta el clima globalmente, y aunque La Niña enfriaría la superficie del océano Pacífico, de acuerdo a Meteored, en el Atlántico podría ocurrir lo contrario y presentarse altas temperaturas en el agua, lo que aumentaría las posibilidades de formación de huracanes durante el verano.
El pronóstico del Centro de Predicción Climática/NCEP/NWS acertó al señalar una alta probabilidad (85%) de que se produjera esta transición hacia un estado neutral del fenómeno ENOS entre abril y junio de 2024. Y ahora, esta misma agencia climática señala que existe un 60% de probabilidad de que se presente La Niña entre junio y agosto del mismo año.
Así que en Chihuahua y en la región norte de México, estamos ante un panorama con claroscuros e incertidumbre respecto a la sequía, después de un año 2023 con escasas lluvias.