Jorge Orquiz, presidente del Observatorio de Participación Política de las Poblaciones de Diversidad Sexual y Género del Estado de Chihuahua, emitió un posicionamiento en el que condena los ataques contra integrantes de la diversidad sexual en Chihuahua, sobre los casos del asesinato de Marco Emmanuel P. A., y la agresión contra Kendra Michelle Vázquez.
“Desde el Observatorio de Participación Política de las Poblaciones de Diversidad Sexual y Género del Estado de Chihuahua, condenamos enérgicamente los recientes ataques perpetrados contra personas de la diversidad sexual en nuestro estado, los cuales demuestran la persistente violencia y discriminación que enfrentan nuestras comunidades”, afirmó Jorge Orquiz.
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El presidente del Observatorio LGBTlQ+, compartió que el pasado domingo 24 de noviembre, Marco Emmanuel P. A., de 28 años de edad, fue cruelmente privado de la vida en un acto claro de crimen de odio en el municipio de Jiménez, Chihuahua.
“La forma en que ocurrieron los hechos es alarmante, ya que no se trató de un accidente: una persona actuó con la suficiente frialdad y violencia para arrebatarle la vida, y esta persona sigue libre, representando un peligro para toda la sociedad. Exigimos a las autoridades municipales, estatales y federales que se involucren de manera inmediata en la investigación, que este crimen no quede impune y que se haga justicia”, demandó.
A este acto de odio, se suma el ataque reciente en la ciudad de Chihuahua, donde Kendra Michelle Vázquez, integrante de la organización ProTrans, fue agredida con un arma blanca, del que refirió que esta violencia no es un hecho aislado, sino una manifestación del odio que continuamente se ejerce contra la población trans, una de las más vulnerables dentro de la diversidad sexual.
Alertó que los crímenes de odio dirigidos hacia personas trans son especialmente crueles, caracterizados por la violencia desmedida y el desprecio por la vida humana.
“Desde este Observatorio, hacemos un llamado urgente a las autoridades para que pongan especial atención a estos casos y a la creciente violencia que enfrenta nuestra comunidad. La lucha por los derechos humanos y la participación política de las personas de la diversidad sexual debe comenzar con lo más básico: garantizar nuestra vida. No podemos seguir permitiendo que las personas que forman parte de nuestra comunidad sigan siendo blanco de agresiones que atentan contra nuestra integridad y dignidad”, aseveró.
En ese sentido, mencionó que el principal temor de una persona al salir del clóset no es solo la reacción de su familia o amigos, sino el miedo constante a ser víctima de un crimen de odio, un crimen que destruye vidas y cuerpos, movido por el odio alimentado por discursos de intolerancia.
Destacó que las consecuencias de un sistema que no atiende ni respeta los derechos de las personas de la comunidad son claras, ya que estos crímenes no son accidentes; son el resultado de un entorno de odio y discriminación que no se combate desde los cargos públicos, que no tiene políticas públicas adecuadas para garantizar su seguridad y bienestar.
“La diversidad sigue siendo rezagada, marginada y violentada, y es hora de que se tome acción. Desde el Observatorio, como presidente, hago un llamado a las autoridades y a la sociedad en su conjunto para que se comprometan a erradicar la violencia contra la diversidad sexual, a garantizar el acceso a la justicia para las víctimas y a poner fin a la impunidad que perpetúa estos crímenes. Nuestra lucha no permitirá que estas muertes y agresiones sean invisibilizadas”, finalizó.