Luego de los exámenes periciales que le practicaron al cuerpo del conductor identificado como Saúl Efrén, se determinó que había perdido la vida a consecuencia de un fuerte golpe que recibió en la zona de la cabeza y no por un ahogamiento por sumersión como se creía tras haber sido arrastrado por una corriente en la colonia Cordilleras.
Los hechos ocurrieron por la noche del pasado sábado 31 de agosto, cuando el conductor a bordo de un vehículo de color rojo, fue arrastrado por la corriente tras una intensa lluvia que se generó en gran parte de la ciudad y lo arrastró hasta un canal que se encuentra en esta colonia al norte de la ciudad.
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La fuerte corriente lo arrastró a tal grado que terminó por volcar el vehículo completo y terminó con los neumáticos al cielo, pero luego de varios horas de que se redujo el nivel del agua, fue que lograron localizar el vehículo del afectado, así como el cuerpo del conductor que fue identificado como Saúl.
Al practicar los respectivos exámenes forenses, se determinó que Saúl había muerto por un traumatismo craneoencefálico cerrado, que significa que el sujeto había recibido un fuerte en la zona de la cabeza que sería el motivo que finalmente le arrebató la vida al momento en que ocurrieron los hechos.
Aunque no se sabe el momento exacto en el que ocurrieron los hechos, existe la posibilidad de que se trate del momento en que el vehículo realizó un giro brusco y terminó volcando y golpeando en el asfalto del canal, donde finalmente fue localizado sin signos vitales.
Al parecer, según la evidencia forense, el nivel del agua no ingresó al vehículo o no fue la causa de que perdiera la vida, pues no había afectación por sumersión a pesar de la gran cantidad de agua que pasaba por ese lugar.