Representantes de la nación ralámuli, de la nación apache, autoridades gubernamentales del estado de Chihuahua, ofrecieron un homenaje a Gabriel Teporaca desde el monumento que lo honra, ubicado en la avenida Venustiano Carranza y Niños Héroes, donde fue colocada una bandera ralámuli, enarbolada por su estatua, y se realizó un baile de pascola, como toda celebración del grupo originario de Chihuahua.
Gabriel ‘El Hachero’ Teporaca, fue un guerrero ralámuli, quien encabezó la rebelión de Tepórame, y cuya vida fue segada al colgarlo del pino más alto de Tomochi, y que en su aniversario luctuoso, este viernes 4 de marzo se cumplen 369 años de la muerte de Tepórame, quien fue descrito como un valiente guerrero que buscó un trato digno y justo hacia los suyos.
En su intervención, Víctor Nicolás Martínez Juárez, representante del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, recordó la memoria de Gabriel ‘El Hachero’ Teporaca, y junto con él, la de otros héroes de la rebelión ralámuli, además de la lucha por las tierras originarias actualmente, como Baqueachi, Repechike, Bacajípare, Choreachi, Coloradas de la Virgen y de Mogótavo.
En su mensaje, la secretaria de Cultura de Chihuahua, Alejandra Enríquez manifestó que el homenaje a uno de los protagonistas, de la historia Tarahumara, en el que se muestra que su memoria es luz para el pueblo ralámuli, a quienes agradeció por enseñar su lengua, por plasmar su cosmovisión en los bordados, por transmitir la historia de los anayáwari, por danzar porque la vida continúe, por mantener su unidad y cohesión social, y por hacerse presente y ayudar a mostrar que en el norte hay mucho más que un gran territorio por recorrer.
“Conmemorar esta fecha, nos permite generar una memoria histórica a los pueblos originarios. Quinientos años después de la Conquista, recordamos a Tepórame, como un símbolo de la justicia, cuya rebelión logró mantener el respeto hacia los suyos, que ahora también son los nuestros. Siglos después estamos aprendiendo a respetarnos y convivir como chihuahuenses, como humanos. Estoy convencida de que los ideales de Tepórame se pueden hacer realidad, y que juntos sí podemos trabajar en una sociedad, donde el respeto a la diversidad sea un hecho, donde la coexistencia cultural dignifique las luchas históricas que se han dado. Tras una cuarta ola de pandemia, tenemos claro que tenemos que romper paradigmas, abatir nuestras diferencias, y superarlas, para mantener un constante respeto a los pueblos originarios del estado, y de México. Por ello, conmemoramos esta fecha como el símbolo de respeto y de unidad, exaltemos ese ideario hacia las personas, y no permitamos que continúe la discriminación, violencia y el menosprecio hacia los pueblos originarios. Les invito a que trabajemos juntos en la unidad y equidad social, que nos permita decir ‘Tepórame venció”.
Por su parte, Enrique Rascón Portillo, comisionado estatal de los Pueblos Indígenas, expresó que Tepórame dejó un gran legado de vivir un presente con las raíces amarradas al suelo; y que une a los distintos niveles de gobierno, al Poder Legislativo, al Ejecutivo, a una causa ante la gran oportunidad que tienen los chihuahuenses de unirse por un mejor futuro y un mejor Chihuahua. “Que esta memoria de lucha constante por nuestras culturas, es lo que les habremos de contar a nuestros hijos. En unos años les podremos decir que sí nos atrevemos a hacer equipo, desde cualquier parte de la sociedad, desde donde nos encontremos, en defender a nuestro Chihuahua y a nuestras raíces”, manifestó.
En el homenaje estuvieron también presentes María Fernanda Bencomo Arvizu, directora del Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua, presidenta de la Comisión de Cultura del Congreso del Estado de Chihuahua, diputada Rosa Isela Martínez Díaz.
Como representante de la nación apache, Lucas Delgado explicó el contexto de la nación ralámuli, desde su contexto en la defensa de sus tierras, y explicó el significado de la bandera que fue colocada en la estatua, en la que aparece una cruz, con los dos brazos diferentes, para expresar el hombre y mujer, con su capacidad generadora de vida, con un color distintivo; un círculo rodeado de triángulos que denota lo quebrado del terreno donde ellos viven, y un círculo por encima del reino ralámuli. Destacó que esta fue la primera vez que se utilizó la bandera en un acto cívico.
Finalmente, la gobernadora del asentamiento Ladrilleras Norte, Reyna Durán, dio un mensaje en lengua ralámuli, en la que expresó su sentir hacia el héroe ralámuli, y acompañados de dos guitarras, los pascoleros danzaron al pie de la estatua de Gabriel Tepórame.
