De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, los principales factores de riesgo de discapacidad auditiva son enfermedades como tos, gripe, influenza, Covid-19.
Además la dependencia señaló el sarampión, varicela y viruela son enfermedades que se identifican como factores de riesgo.
La dependencia, indicó que cuando existe exposición mayor a de 100 decibeles por un lapso superior a una hora, la persona tiene un alto riesgo de discapacidad auditiva.
Detalló que existe riesgo de dicha discapacidad tanto en el entorno académico, laboral, social y familiar y en cada uno, existen características que indican la presencia de discapacidad.
Advirtió que el feto es susceptible de daño auditivo debido a factores genéticos, exposición a solventes.
El humo que emite un cigarro y las infecciones virales son otros desencadenantes. Las infecciones de vías aéreas como de cualquier tipo deben tratarse con un médico y no buscar tratarla por su solo.
Se recomienda llevar a cabo el aseo sin introducir objetos extraños a los conductos de la membrana timpánica. De igual forma, se informó que los medicamentos deben ser prescritos por los servicios médicos.
Sin embargo existen acciones que cada perdona puede realizar como la protección por medio de limpieza.
La SSa identifica una definición distinta para oír y escuchar, pues no oír es referente a los ruidos y no escuchar, significa no entender de dónde vienen los sonidos o bullicios. Este último caso refiere que el paciente entiende, asimila y repite.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima que en México, seis de cada cien mil nacimientos, padece sordera por factores genéticos.
El censo 2020 reportó un millón 350 mil 802 personas que tenían pérdida de capacidad auditiva y en consecuencia bajo rendimiento en actividades escolares sociales entre otras.