De acuerdo con el INEGI, la incidencia anual de Leucemia Mieloide Crónica, en México se estima entre 1 y 2 casos por cada 100 mil habitantes, y afecta en su mayoría a personas a partir de los 50 años, con mayor prevalencia en hombres.
Cada 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica, enfermedad de la sangre, que a nivel mundial representa entre el 15 y 20 por ciento de los casos leucemia en adultos.
El hematólogo Israel Barranco, mencionó que la enfermedad se presenta específicamente en la célula "progenitoria hematopoyética", que da origen a todas las células sanguíneas.
"Lo que sucede en esta enfermedad, es que se adquiere una alteración genética conocida como cromosoma Philadelphia, la cual va a producir una proteína quimérica llamada BCR-ABL, manda señales de proliferación de esta célula, provocando que se acumulen las células conocidas como leucocitos".
Los síntomas que presentan las personas con esta enfermedad, varían, y pueden ser desde cansancio o falta de energía, moretones sin motivo aparente, coloración pálida de la piel, dolor en huesos o en articulaciones.
Algunas veces, las personas presentan dificultad para respirar al practicar actividad física, e infecciones recurrentes.
Sin embargo, algunas personas pueden ser asintomáticas, y en estos casos, la enfermedad se descubre cuando la persona se realiza un examen de biometría hemática, (por cualquier motivo) y en los resultados se observa que los leucocitos están elevados.
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Cuando de detecta sintomatología, se realiza el protocolo de estudio, y si se observa presencia del cromosoma Philadelphia, se procede a un diagnóstico de la enfermedad, que abarca tres fases.
La fase crónica, que es en la que se diagnostica la mayoría de los pacientes; la fase acelerada, y la fase plástica, que es la más grave y potencialmente mortal.
Puntualizó que por fortuna, la mayoría de los pacientes se diagnostican en fases tempranas, y son candidatos a recibir un tratamiento que puede cambiar su pronóstico. Incluso, la supervivencia de los pacientes, se puede prolongar casi al mismo nivel, de una persona que no padece leucemia.
La conmemoración, de cada 22 de septiembre, busca crear conciencia sobre la importancia de llevar el tratamiento y fomentar acciones para mejorar la calidad de vida, de las personas que padecen la enfermedad.
