El Presidente de la Conferencia Episcopal de México, Monseñor Rogelio Cabrera López, resaltó la firme postura de la Iglesia frente a la problemática de la inseguridad, al indicar que como obispos y sacerdotes, se asume una corresponsabilidad con todo el pueblo, sin desentenderse de las dificultades que enfrenta la sociedad, pues reitera que la construcción de la paz es una tarea fundamental para la Iglesia, y por ello, con gratitud a Dios, se encuentran presentes en cada rincón del país, abarcando todos los puntos de la geografía.
En entrevista con El Heraldo de Chihuahua, refiere que a pesar de los enfrentamientos armados que han registrado en comunidades apartadas, la muerte de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, y otras muestras de inseguridad, continúan trabajando en el fortalecimiento de ánimo del pueblo, e incluso, asegura que ni un solo representante de la iglesia ha abandonado su estadía por temor a que les vaya a suceder algo similar.
En junio de 2022, los sacerdotes Javier Campos, Joaquín Mora, el guía de turistas, Pedro Palma y un joven Paul Berrelleza, fueron asesinados por un líder criminal en la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, incluso a los dos sacerdotes, los ultimó en el altar, donde permanecieron por varios años. Al igual que en Guachochi, donde hace solo un par de semanas, un grupo armado baleó una iglesia en la comunidad de Santa Anita, donde detonaron más de 700 impactos de arma de fuego y abandonaron un cuerpo decapitado en las afueras del recinto.
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En medio de la violencia y los peligros que afronta la comunidad, reiteró que nadie se ha retirado por miedo y que al contrario, se busca contribuir activamente a la paz y seguridad fortaleciendo el ánimo del pueblo, asegurando que la muerte y la violencia generan temor comprensible en cualquiera, pero también se reconoce que contar con el apoyo de alguien cercano cuando uno está en riesgo, brinda una inmensa fuerza y consuelo.
La Iglesia considera que debe ser una fuente de fortaleza para la sociedad. Su presencia es fundamental en momentos de adversidad, brindando esa fortaleza que solo puede encontrar su raíz en la fe y el apoyo mutuo. Como pastores en México, incluyendo la región de Chihuahua, están comprometidos a compartir esta fortaleza, fomentando la unión y la esperanza en medio de los desafíos que enfrenta el país.
"Para mí, lo primero es que los obispos y los sacerdotes somos corresponsables con todo el pueblo, no nos hacemos a un lado de esta problemática, es parte de nuestra tarea el comprometernos en construir la paz. Por eso, gracias a Dios, estamos en todos los puntos de la geografía", destacó Cabrera.
El Presidente del Episcopado enfatizó que la Iglesia no ha cedido ante el miedo y la violencia reinante en algunas regiones del país. Al contrario, busca fortalecer el ánimo del pueblo y estar presente junto a la comunidad, ofreciendo apoyo y acompañamiento en los momentos difíciles.
La lucha contra la inseguridad no se limita únicamente a la presencia física, sino también a la búsqueda de soluciones para mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable y fue que en este sentido, Cabrera subrayó la importancia de trabajar con las comunidades rurales y campesinas, que enfrentan retos significativos como la falta de empleo, la escasez de recursos y el impacto del cambio climático en la agricultura.
"Es parte de nuestra corresponsabilidad estar ahí, junto con la gente, buscando la manera de superar estas dificultades. La Iglesia, las consagradas y los pastores estamos comprometidos en encontrar soluciones y caminar con la gente hacia un futuro más esperanzador", puntualizó.
En medio de la complejidad que representa la inseguridad en el país, Rogelio Cabrera destacó que México sigue siendo un pueblo de fe y esperanza, donde la devoción a la Virgen de Guadalupe y la convicción de un Dios, que acompaña a su pueblo, son elementos fundamentales que sostienen el espíritu de la comunidad mexicana.
El tema de la migración también consideró una problemática que no debe ser olvidada desde varios aspectos, donde invitó a la ciudadanía a unirse, pues el líder del Episcopado señaló la necesidad de que tanto México como Estados Unidos adopten políticas más humanitarias hacia los migrantes, reconociendo su aporte a ambas sociedades.
"La migración es un bien, pero podemos hacerle daño si no la tratamos con respeto y dignidad. La Iglesia tiene un papel humanitario en este aspecto, y es importante que la población no se canse de ayudar a quienes lo necesitan", enfatizó.
El mensaje final del Presidente del Episcopado fue de esperanza y unidad, haciendo referencia a la importancia de la familia como pilar fundamental de la sociedad, exhortó a no perder la esperanza y a luchar por mantener la convivencia en paz, aún en momentos de conflicto.
"Cuando ya no se pueda más, al menos tratemos de terminar las cosas en paz, buscando el diálogo y la reconciliación. El último recurso que tenemos como seres humanos es nuestra familia, y debemos luchar para mantenerla a flote", concluyó Rogelio Cabrera.
Reúnen más de 100 personas de 12 países de América Latina Diplomado de Construcción por la Paz
Monseñor Rogelio Cabrera López, fue el encargado de inaugurar el Diplomado de Construcción por la Paz, el cual se desarrolla en la Universidad La Salle, donde actualmente se reúnen cerca de 100 personas de 12 países de América Latina, para participar en estas actividades que se desarrollan del 24 al 29 de julio.
Entre los participantes, se espera que asistan diferentes personalidades como parte de la Academia de Líderes Católicos, en el que se tienen contemplada la visita de personalidades de El Vaticano, Italia, Bolivia, México, Chile, Argentina, Haití, Costa Rica, España entre otros más que se tienen contemplados durante el programa.
Entre conferencias, actividades, recorridos y diferentes mesas paneles, es que se llevan a cabo las actividades del diplomado, donde abarcan diferentes problemáticas a nivel local, nacional e internacional, relacionados con la seguridad, política, desarrollo humano, reparación comunitaria y demás.