La escalinata del monumento del Ángel de la Libertad, en el costado este del Palacio de Gobierno, luce con decenas de veladoras encendidas, una mañana después de la vigilia que realizaron miles de mujeres en protesta por las personas desaparecidas, y donde aún se pueden ver los mensajes en honor de quienes han perdido la vida por causa de la misoginia y la barbarie.
En el transcurso de la mañana, ciudadanos se aproximan para tomar imágenes –ya sea en fotos o videos-, del testimonio de la vigilia de las cientos de mujeres que se manifestaron pacíficamente la noche del domingo 24, al tiempo que guardan silencio, y con semblante reflexivo leen los mensajes de cartulinas, volantes de pesquisas y pancartas que siguen reclamando la violencia contra las que faltan, las que no han sido encontradas, o perdieron la vida.
“¿Cómo despertar, si once mujeres no lo harán? México feminicida”, cuestiona una cartulina al pie del Ángel. Entre dibujos de la adolescente Debanhi, cartulinas y pintas de grafiti en la cantera de la escalinata, se alcanza a leer frases como parte de un rompecabezas que en conjunto, representa el hartazgo y demandas de las colectivas para protección de las mujeres, que debería ser un derecho y no una petición.
“Sí un día no vuelvo, quemen todo”, “Hasta que se mujer deje de ser condena”, “La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, “Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan”, “Marcho porque estoy viva y no sé hasta cuándo”.
Mientras en el entorno del Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua, el tráfico del inicio de clases sigue su inercia ruidosa, mientras las exigencias que quedaron plasmadas en la Plaza del Ángel, siguen pidiendo justicia silenciosamente.