La ciudad de Chihuahua enfrenta una crítica situación de infraestructura vial que requiere de más de 350 millones de pesos para solventar las carencias y emprender una necesaria modernización de semaforización, según explicó el doctor Antonio Ríos Ramírez, integrante del Consejo Consultivo de Vialidad.
Ríos Ramírez resaltó que la situación con los semáforos es alarmante, al grado de que de los 400 cruceros semaforizados de la capital, 280 carecen de piezas de reemplazo, además, 20 han permanecido apagados por más de tres años. También alertó que tan sólo el 2.5% de las cajas de control de semáforos están selladas y protegidas contra vandalismo.
En ese sentido, enfatizó que la tecnología de semaforización de la ciudad de Chihuahua es ya obsoleta, condición que queda evidenciada por el hecho de que la sincronización de estos dispositivos aún se realiza de forma manual, lo cual los hace vulnerables a desconfigurarse ante variaciones de voltaje o lluvias intensas.
Actualmente, el monitoreo de estas señalizaciones depende de los reportes de los ciudadanos y de los recorridos de agentes viales, por lo que el sistema de respuesta está oxidado. El Consejo Consultivo de Vialidad estima que un centro de control en tiempo real, que permitiría detectar fallas de manera inmediata, requeriría una inversión de 4 millones de pesos.
Sobre este aspecto, el Departamento de Ingeniería Vial de la Subsecretaría de Movilidad calculó que para 2025 se necesitará de una inversión de 130 millones de pesos para el mantenimiento de semáforos y señalética vial, y que la modernización de los controles y establecimiento de un sistema de monitoreo integral requerirá de hasta 400 millones de pesos adicionales.
“Yo creo que sí urge una modernización, no creo que sea un proyecto para dentro de 3 años, pero se tiene que comenzar ya”, refirió el doctor Ríos, recordando que la última intervención que tuvieron los semáforos de la ciudad fue hace casi 20 años y que un sistema de semaforización actualizado con la tecnología podría agilizar significativamente el tráfico en la ciudad.
El especialista relató que en 1979, cuando se encontraba haciendo su tesis de maestría, realizó un estimado de lo que la ciudad perdía debido a los tiempos muertos en los semáforos por la mala sincronización, llegando a la conclusión que a lo largo de un año la cifra alcanzaba los miles de pesos. En su investigación tomó en cuenta el gasto de gasolina, el deterioro del auto y de la persona, así como el tiempo que toma llegar de un lugar a otro.
“Si voy de (la avenida) La Cantera al Centro, me voy a parar cinco veces por dos minutos en cada semáforo, que son 10 minutos, más la gasolina que se gasta estando ahí parado todos los días, estamos hablando de miles de pesos, nada más porque no hay una atención en los semáforos”, explicó Ríos Ramírez.
Durante los años en que realizó la investigación, se estimaba la creación de un departamento de tráfico, en el que se pudiera analizar los cruceros y las estrategias para mitigar la problemática con los congestionamientos viales.
Actualmente, este departamento existe, pero se conforma por alrededor de cinco miembros, quienes sin darse abasto tratan de hacer estudios de cruceros, semáforos y lo relacionado con la sincronización del sistema al mismo tiempo, lamentó Ríos.
“La Subsecretaría de Movilidad no tiene la capacidad para hacer frente al problema de tráfico en la ciudad y todos lo vivimos todos los días, aparte del mal diseño de las calles”, ante lo cual refirió que la semaforización debe ser un punto prioritario para el desarrollo de la ciudad.
El mantener modernizados y en buen mantenimiento los semáforos sería lo ideal dado a que con el costo de inversión que requieren las obras viales como gazas y glorietas, se podría mantener en funcionamiento óptimo cada faro de la ciudad.
“Pero es más fácil invertir en una gaza, porque es más sencillo de construir que meterle a los semáforos o al departamento de ingeniería de tráfico”, resaltó el doctor Ríos.
El consultor de vialidad cree que el gobierno municipal y estatal deberían de invertir en la parte tecnológica de los semáforos, sobre todo por las situaciones que se presentaron recientemente en la capital, donde el periférico De la Juventud, la vialidad Sacramento y gran parte del centro de la ciudad están ahogados en tráfico.
Refirió que invertir en el sistema de semaforización tendría un retorno social, lo cual se traduce a la seguridad de los ciudadanos. Ríos Ramírez dio a conocer que actualmente en la capital de Chihuahua hay un promedio de siete fallecimientos por accidentes de tráfico cada mes.
BAJAR VELOCIDAD
Anteriormente el Consejo Consultivo de Vialidad creía que lo indispensable era llegar en menor tiempo a tu destino, agilizar el tiempo de traslado y tener más espacio donde conducir, no obstante, hoy en día tiene como prioridad la seguridad. Vieron que a nivel mundial la tendencia es bajar la velocidad al momento de conducir y remover los accesos rápidos de cualquier estrategia o plan de movilidad.
Según estima el doctor Ríos, si en lugar de manejar a 80 o 90 kilómetros por hora en las vialidad, periféricos y avenidas, bajáramos a 60 o 70 km/h, los accidentes de tráfico se reducirían hasta 40 por ciento.
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“Esto implica que tenemos que acostumbrarnos a las velocidades bajas, porque con el sistema de tráfico que tenemos, no hay de otra. O le bajamos la velocidad, o no vamos a bajar ni las muertes ni las lesiones en accidentes”, indicó.
Aunado a lo anterior, refirió que en la ciudad se carece de cultura vial. En un estudio de campo que llevó a cabo el Consejo Consultivo de Vialidad, identificaron que sobre el bulevar Ortiz Mena un promedio de 6 de cada 10 conductores usa sus dispositivos móviles al volante.
Fueron casi dos horas las que estuvieron en el bulevar entregando volantes para fomentar el uso del cinturón, donde encontraron esta situación. “Yo me quedé asombrado de que en esas dos horas nos dimos cuenta de que casi todos o todos a los que veíamos, usaban el celular”.
Este distractor es uno de los principales motivos por los cuales se dan los accidentes viales, quedando en segundo lugar la distracción panorámica, la cual se refiere a los anuncios y propaganda colocada en vialidades, calles, periféricos y avenidas.