La Dirección Local Chihuahua de la Comisión Nacional del Agua cuenta con una red de 62 estaciones con cuatro observatorios meteorológicos, cinco hidrométricas automáticas, nueve hidrométricas convencionales, 27 climatológicas convencionales y 18 climatológicas automáticas.

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De acuerdo con la Subdirección de Asistencia Técnica Operativa, con la información recopilada y analizada de las estaciones, se puede usar para diferentes aplicaciones en beneficio de sociedad y diferentes sectores de la industria.

Algunas de éstas pueden ser contar con agua potable para consumo humano; incrementar los rendimientos de los cultivos; optimizar el uso de los recursos hídricos; y prevenir a los sitios con riesgos ambientales, como reforestación, entre otros.

En tema de infraestructura, esta información ofrece la posibilidad de análisis para incrementar el desarrollo industrial en zonas determinadas; apoyar el diseño y construcción de carreteras, sistemas de drenaje urbano y agrícola, presas, entre otros; y aumentar la generación de energía.

También permiten desarrollar nuevos métodos de pronóstico para prevención de inundaciones y contribuyen a mejorar la planeación de desarrollos urbanos, agrícolas, industriales y turísticos.

Así mismo, prevenir enfermedades ocasionadas por sequias o inundaciones; mejorar la navegación aérea, marítima y terrestre; proporcionar información de condiciones climáticas para el turismo y ayudan a mejorar los sistemas de alerta sobre eventos meteorológicos e hidrológicos extremos.

La Conagua explicó que una estación climatológica es el conjunto de instrumentos colocados a la intemperie que permiten medir las variaciones del clima, colocados en sitios estratégicos representativos de ambientes diversos. Su función es registrar con precisión la temperatura, lluvia, así como la intensidad, dirección del viento, entre otras variables en un tiempo determinado.

Por su parte, las estaciones hidrométricas se encargan de medir el caudal del agua de los ríos, así como la extracción por obra de toma de las presas. Así como las estaciones meteorológicas automáticas (EMAS), que están conformadas por un grupo de sensores que registran y transmiten información meteorológica de forma automática de los sitios donde están estratégicamente colocadas.

“Estaciones meteorológicas son herramientas para prevenir inundaciones”: investigador de la UACH

“Para estudios hidrológicos se tiene que basar en las estaciones meteorológicas entre más estaciones y más precisos sean los datos, los estudios de hidrología salen con menos errores, así se puede estar segura de cuando compra una vivienda, o los negocios”, explicó el Maestro Rodrigo de la Garza, catedrático e investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chihuahua, quien es especialista en clima y geología.

Así mismo, mencionó que todo se basa en conocer exactamente la topografía del lugar, que es un indicativo de cómo se está comportado el suelo. Ejemplificó cuando cae el agua de lluvia, y el agua se va moviendo, por las características del terreno en la ciudad, porque hay cerros, partes más hondas, desniveles, entre otros factores, que se obtienen con una precisión de centímetros a milímetros.

“Ya existen softwares especializados, donde se pone la ciudad de Chihuahua con su topografía bien hecha, y en el software le simula si llovieran 50 mm en dos horas, el software, empieza a mover el agua, virtualmente, y va a decir en que cruceros, en qué semáforos puede haber inundación”, expresó y acotó que para tener datos más precisos, es necesaria más topografía y estaciones como las actuales, que ya están conectadas vía satélite y se pueden consultar en línea.

Como un ejemplo de la utilidad de las estaciones meteorológicas, refirió la tromba de 1990, cuando llovieron 80 mm de agua en una hora, dato que fue obtenido de una estación meteorológica instalada en la Facultad de Zootecnia y Ecología, de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

La cantidad es significativa, tomando en cuenta que Chihuahua tiene un promedio de 380 mm por año, pero en los últimos años, está condición ha bajado, como los 235 mm que se captaron en 2020, uno de los periodos más secos de los últimos años; mientras que durante este 2021, estima un acumulado de 120mm. “El suelo está sediento y el agua que cae no es suficiente”, acotó.