De llevarse a cabo el remate de la Torre Azenzo, lugar que albergaba las oficinas de Aras Bussines Group, sería un acto ilegal, declaró el abogado que lleva más de 150 casos en contra de la empresa, Mariano Cordero.
Para llevarse a cabo el remate se tiene que notificar primero a la FGE y a las víctimas, situación que no ha ocurrido en el caso de los representados. Por lo que esta acción estaría al margen de la ley.
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El litigante recalcó que ya se han hecho algunas otras disposiciones de bienes confiscados a la empresa, de los cuales no en todos los casos tiene se puede asegurar la legalidad de ese tipo de actos.
En estos casos, debió de estar de por medio la decisión de un juez, previo a que se liberara la propiedad a través del registro público, por lo que no tiene conocimiento si un juez dio la orden para que pueda proceder el remate.
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A esto se suma que también existen denuncias de trabajadores, de los que se desconoce si realmente son empleados, ya que pudieran ser en lo que dentro del argot de los abogados se conoce como “tornillos”, que son demandas simuladas de personas que están de acuerdo.
Esto ya que el edicto de remate lo publica quien era abogado de Aras originalmente, por lo que realmente no se puede saber si es tema real o simulación de actos jurídicos.
Dentro de su declaración, el abogado señaló que esta tardanza se debe a que no existe una real resistencia civil por parte de los afectados, ya que no se tiene una coordinación de lo que se lleva a cabo debido a que “no se junta toda la gente, todos los afectados, y unos por un lado y otros por otro”.
Cordero dijo que esto se debe a que por una parte, son varios abogados los que trabajan en el caso, así como la Fiscalía, a través de la Comisión de Atención a Víctimas, está participando al ofrecer asesoría jurídica a las víctimas.
Caso donde se contraponen las decisiones, ya que debe ser la misma dependencia quien tome decisiones sobre las víctimas y los asesores son jurídicos oficialistas. Caso contrario de los abogados privados que buscan impugnar decisiones en contra del fallo que consideran arbitrario.