Debido a que Chihuahua y gran parte de la república se encuentran enfrentando una sequía anormal, la cual empeora con el cambio climático que provoca la falta de lluvias, Ricardo Valdés Morales, docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales de la UACh, comentó que existe una alta probabilidad de que el próximo año México no pueda respetar el tratado de pago de aguas a Estados Unidos.
El docente explicó que la sequía y la falta de lluvias generó que las presas con las que se suele entregar el pago cada quinquenio no cuentan con los excedentes suficientes para pagar los 1,850.234 millones de metros cúbicos anuales pactados en el tratado cada cinco años.
Una de las razones principales que comentó Valdés sobre el porqué posiblemente no podrá pagar este ciclo el tratado, se debe sobre todo al cambio climático y a la mala gestión hídrica, recordando los errores en años pasados referente al mal uso del Acta 234 para el pago de la deuda.
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De esta forma, el docente explicó que el tratado de pago de agua entre México con Estados Unidos se estableció el 3 de febrero de 1944 entre ambos países, en el cual se contemplan dos corrientes principales de las cuales ambos se abastecen y deben compartirse, los cuales son el río Colorado y el río Bravo.
Agregó que a través de estos tratados se decidió que por cada volumen que entregará México a Estados Unidos a través del río Bravo, éste entregaría el volumen determinado del líquido vital por medio del río Colorado, que llega a los estados del norte, Sonora y Baja California.
En este mismo tratado se indicaron una serie de condiciones, hablando específicamente del río Bravo sería la contabilidad de los volúmenes que se va a llevar a cabo, que por parte del compromiso México debe entregar en condiciones normales 1,850.234 millones de metros cúbicos de agua de forma anual contabilizados en cinco años consecutivos, a lo que se le llama quinquenio.
Actualmente, indicó el docente que ya nos encontramos en el ciclo 36, que concluye en octubre del año que entra, inició en el 2020 y concluye el 25 de octubre del año 2025, sin embargo, Valdés señaló que por la situación de la sequía que se ha dado durante los últimos años nos encontramos con deudas pendientes.
“Traemos un déficit de entregas de un valor de hasta principios del mes de mayo la orden era de 234 millones de metros cúbicos de agua”, comentó el docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales.
La entrega del agua se debe realizar a través de seis afluentes principales por el lado de México, los cuales deben llevar a cabo el cumplimiento del compromiso, éstos son: Río Conchos, que se encuentra en Chihuahua; el Arroyo de las Vacas; el río San Diego; el río San Rodrigo Escondido; y el río Salado, estos últimos se encuentran en los estados de Coahuila y Nuevo León.
Sin embargo, Valdés destacó que a lo largo de los registros históricos de la estadística que se tiene del río Conchos, siempre se ha aportado más volumen que los seis arroyos tributarios, “por ejemplo, para este ciclo número 36 que está por concluir, el volumen que se ha estado entregando en estos años por el Conchos es cerca de 73% de ese volumen”, comentó.
Además, mencionó que cuando se llega a tener algún déficit al término del quinquenio hay instrumentos legales que ayudan a México para pedir un tipo de prórroga, según Valdés, se trata del Acta 234, la cual es de mucha importancia para el país, debido a que en ésta se estipula que, si en algún momento no se llegara a cumplir con el compromiso, entonces se podría dar el pago hasta el siguiente quinquenio.
Sin embargo, ésta no ha sido utilizada de forma correcta en los últimos años en que se debía realizar el pago, dado a que en octubre del 2015 al finalizar el ciclo 34, se contaba con suficiente agua como para dejar en cero el compromiso, sin embargo, se incurrieron en varios errores como cubrir el déficit hasta febrero de 2016, es decir, cuatro meses después, a pesar de que podían haber pagado ese ciclo.
De igual forma, para el ciclo 35 también se pudo haber aplicado el Acta 234, pero al no hacerlo, a punto de concluir dicho ciclo, se tenía un faltante que iba a ser muy difícil cumplir, lo que derivó a los sucesos del 2020 en el que, debido a la sequía, los trabajadores del campo se manifestaron en contra de que abrieran las presas para pagar el agua.
Ante esto, el docente comentó que, si las condiciones climatológicas no cambian para lo que queda del año y continúa la escasez de agua, es posible que para el 24 de octubre de 2025 que termine este ciclo 36 del pago de agua, se tendrá que usar el acta para pedir otra prórroga para el agua.
Además, Valdés explicó que el tratado especifica que el pago se debe realizar con el excedente de las presas, por lo que México no debe abrir presas y dejar ir el agua que corresponde a los ciudadanos para pagar dicha deuda.
“Este compromiso habla de las aguas excedentes de cada una de las cuencas de cada arroyo o río, por lo que no se puede pagar la deuda extrayendo el volumen de agua de las presas de almacenamiento”, recalcó Valdés Morales.
Este excedente se refiere a cuando las presas se encuentran tan llenas que se desbordan, por lo que, el docente resaltó que debería ser impensable tratar de pagar la deuda con el agua de las presas que se encuentren con el volumen exacto para abastecer a sus ciudadanos.
Referente a la situación climatológica, señaló que recientemente a través de las actualizaciones meteorológicas que comparte la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS) se señaló que la situación cambiante del fenómeno de El Niño que calienta el océano Pacifico al fenómeno de La Niña pudiera aportar lluvia ligeramente por encima de la media histórica.
No obstante, estas aportaciones no se verían a partir del mes de septiembre y octubre, mismas que podrían mitigar mínimamente la escasez del recurso hídrico tanto en el estado de Chihuahua como en múltiples estados al norte del país.