Durante su toma de protesta como gobernadora constitucional del Estado de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, recitó un fragmento del poema México Creo en Ti, de Ricardo López Méndez, poeta yucateco cuya obra citada por la ejecutiva estatal es tradición en las escuelas primarias de toda la república mexicana.
"México, creo en ti, porque escribes tu nombre con la X, que algo tiene de cruz y de calvario", fueron las lineas recordadas por la mandataria durante el evento celebrado esta noche en el Monumento a la Mexicanidad.
Ricardo López Méndez fue un poeta, escritor, periodista, locutor y publicista mexicano nacido un 7 de febrero de 1903 en el estado de Yucatán, en el municipio de Izamal.
Entre sus logros destaca haber sido fundador del Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música, que durante el año 2007, dio origen a la Sociedad de Autores y Compositores de México, Sociedad de Gestión Colectiva de Interés Público cuyo interés principal tarea es fortalecer el vínculo con los usuarios de la música para crear una nueva cultura en el reconocimiento al derecho de autor.
Te dejamos a continuación la transcripción del poema recitado por la gobernadora de Chihuahua:
¡México, Creo En Ti!
México, creo en ti,
Como en el vértice de un juramento.
Tú hueles a tragedia, tierra mía,
Y sin embargo, ríes demasiado,
A caso porque sabes que la risa
Es la envoltura de un dolor callado.
México, creo en ti,
Sin que te represente en una forma
Porque te llevo dentro, sin que sepa
Lo que tú eres en mí; pero presiento
Que mucho te pareces a mi alma
Que sé que existe pero no la veo.
México, creo en ti,
En el vuelo sutil de tus canciones
Que nacen porque sí, en la plegaria
Que yo aprendí para llamarte Patria,
Algo que es mío en mí como tu sombra
Que se tiende con vida sobre el mapa.
México, creo en ti,
En forma tal, que tienes de mi amada
La promesa y el beso que son míos.
Sin que sepa por qué se me entregaron;
No sé si por ser bueno o por ser malo,
O porque del perdón nazca el milagro.
México, creo en ti,
Sin preocuparme el oro de tu entraña;
Es bastante la vida de tu barro
Que refresca lo claro de las aguas,
En el jarro que llora por los poros,
La opresión de la carne de tu raza.
México, creo en ti,
Porque creyendo te me vuelves ansia
Y castidad y celo y esperanza.
Si yo conozco el cielo es por tu cielo,
Si conozco el dolor es por tus lágrimas
Que están en mí aprendiendo a ser lloradas.
México, creo en ti,
En tus cosechas de milagrería
Que sólo son deseo en las palabras.
Te contagias de auroras que te cantas.
¡Y todo el bosque se te vuelve carne!
¡Y todo el hombre se te vuelve selva!
México, creo en ti,
Porque escribes tu nombre con la X
Que algo tiene de cruz y de calvario:
Porque el águila brava de tu escudo
Se divierte jugando a los volados:
Con la vida y, a veces, con la muerte.
México, creo en ti,
Como creo en los clavos que te sangran:
En las espinas que hay en tu corona,
Y en el mar que te aprieta la cintura
Para que tomes en la forma humana
Hechura de sirena en las espumas.
México, creo en ti,
Porque si no creyera que eres mío
El propio corazón me lo gritara,
Y te arrebataría con mis brazos
A todo intento de volverte ajeno,
¡Sintiendo que a mí mismo me salvaba!
México, creo en ti,
Porque eres el alto de mi marcha
Y el punto de partida de mi impulso
¡Mi credo, Patria, tiene que ser tuyo,
Como la voz que salva
Y como el ancla…!