“Es doloroso ver el despliegue militar en la frontera, como si fuera una zona de guerra”, mencionó Linda Flores Rodríguez, coordinadora de la Casa del Migrante San Agustín, donde a diario se reciben entre 50 y 200 personas provenientes de Centroamérica y el sur de México, quienes buscan nuevas oportunidades de vida.
La antropóloga lamentó que la política migratoria siga siendo tan restrictiva. Desde que el Título 42 se implementó en marzo de 2020 y hasta finales de septiembre pasado, se ha negado la posibilidad de pedir asilo a 2.3 millones de migrantes de América Latina y el Caribe en la frontera sur de Estados Unidos. El título 42 continuará y eso hará más difícil la entrada de personas en situación de movilidad a Estados Unidos, quienes tras ir en busca de un sueño ahora viven una pesadilla.
Linda Flores destacó que se va a tener que trabajar mucho para generar estrategias a fin de que no se fomente la xenofobia y más odio para la población inmigrante, quienes se encuentran desgastados emocionalmente.
Linda trabaja en la Pastoral Social Diocesana de Movilidad Humana por lo que la misión es brindarle alojamiento de calidad en la Casa del Migrante San Agustín que se ubica en la calle Ladrilleros número 5101 colonia Ladrilleros, donde el pasado viernes atendieron a 200 personas en situación de movilidad, el lunes se recibieron a 50 más y el martes a 80 personas que van de paso por esta ciudad rumbo a Ciudad Juárez.
“Estamos tristes por la determinación, teníamos fe que se iba a dar solución a la situación migratoria, pero se sigue sacrificado a México”, comentó Linda, quien agregó que la situación de las personas migrantes es muy complicada, pues en la atención que les brindan han detectado que se encuentran desgastados emocionalmente y muy desesperados porque desde hace meses están en tránsito.
Destacó que es necesario y urgente que se replanteen las estrategias que en Estado Mexicano aplicará para brindarles apoyo a fin de que puedan trabajar y quedarse en el país con un empleo, donde puedan aportar a la sociedad lo mejor de ellos. De ello también dependerán las cuestiones de seguridad.
Linda además mencionó que poco se habla de los mexicanos, sobre todo personas de Michoacán que han emigrado a causa de la violencia, parte de estos mexicanos se encuentran enlistados en la Casa del Migrante en Ciudad Juárez.
Resaltó que se deberá buscar la vinculación con los gobiernos de los estados que están expulsando a sus habitantes, ya que antes el gobierno de Michoacán contaba con un programa de colaboración con Tijuana para atender a las personas migrantes de esa entidad, esquema que puede replicarse a fin de brindar una atención oportuna y solidaria.
“Ojala se puedan generar estas alianzas para brindarles una mano a las hermanas y hermanos migrantes”, finalizó.