Madres y padres de familia de la Escuela Primaria estatal Porfirio Parra denunciaron ante la Fiscalía a Jaziel Alfredo D. G., maestro de tercer grado, quien presuntamente abusó sexualmente de al menos 20 niñas y niños.
El lunes el docente fue detenido luego de que se denunció al 911 el acoso que el adulto realizaba en contra de las alumnas, a quienes les tomaba fotografías y video por debajo de su falda. Se presume pueda ser parte de una red de pedófilos.
El director de la escuela, Alfonso Ochoa, fue avisado de la situación por los padres y madres de familia afectados, quienes incluso se dieron a la tarea de instalar una cámara oculta para evidenciar al agresor.
Al plantel escolar llegaron elementos de la policía municipal para detener al presunto agresor sexual, de la misma manera arribó la unidad de género para entrevistarse con las madres y padres de familia.
Una de las madres afectadas señaló que su hija sale en los videos que se han podido documentar, por lo que alrededor de 20 familias acudieron a presentar la denuncia ante la Fiscalía Especializada en Atención Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y de la Familia, donde les dijeron que eran demasiados padres, por lo que determinaron realizar una lista para ir analizando cada caso.
La madre señaló que a pesar de que existen videos del comportamiento del docente, se les dijo que solo podrían retenerlo 48 horas dado que no estaba dentro del plazo de la flagrancia.
El sujeto se ganó la confianza de las niñas y niños del grupo a través de regalitos, ya que era la manera de mantenerlos cerca.
Las madres y padres de familia se han dado a la tarea de indagar la situación y descubrieron que ya se había denunciado al docente de manera previa, sin embargo no le creyeron a la madre de familia.
Fue entonces que tomaron la determinación de instalar una cámara oculta, porque precisamente en ese salón la cámara de seguridad con la que se cuenta en el centro escolar no estaba en funcionamiento. Las cámaras pudieron documentar algunas de las acciones que el docente realiza en contra de las niñas y los niños, donde hay evidencia de abuso y violación sexual.
“A muchas madres de familia, la FEM las apoyo, pero a otras las dejaron en lista de espera y preocupadas porque los niños no saben qué pasó, que necesitan un psicólogo e incluso una revisión vaginal, pero dicen que es muy invasiva”, comentó la madre de familia, quien prefiere guardar el anonimato.
Muchas de las familias decidieron optar por el Programa Antenas, una herramienta terapéutica aplicada por personal especializado, en el que se le brinda a la niña y al niño un espacio de apoyo, soporte y libertad para decir lo que siente en un marco de confidencialidad, ya que son víctimas de entre 7 y 8 años de edad.
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La madre de familia afirma que las niñas y los niños no dimensionan el daño que les causó el docente porque se portaba muy bien, les daba regalitos como lápices, borradores, e incluso relojes, cosas que las madres les pedían regresar.
“Los dejamos con la confianza de que en la escuela estarán seguros”, señaló otra de las madres que se dio cita en la manifestación que se organizó a fin de denunciar los hechos y exigir que las autoridades de educación y judiciales realicen su labor.
Las madres y padres de familia exigen que no solo los cambien de centro escolar, sino que no se permita que lleguen a hacer daño a otras comunidades.