Como consecuencia de las fuertes lluvias que azotaron la capital del estado el pasado martes 23 de julio aunado a una obra en construcción que se realiza cerca de sus domicilios y una mala decisión de los ingenieros a cargo, la familia Méndez sufrió la inundación de sus casas ubicadas en la colonia Sector 3.
Por tal motivo, solicitaron a las autoridades atiendan su caso y les indemnicen, pues si bien están conscientes de que la lluvia es una cuestión que no se controla, señalaron que el colocar un dique en la construcción aledaña propició a que el cauce del agua terminara en sus casas.
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Desde la calle 63 ½ hacia abajo, la calle Teporaca, en la colonia anteriormente señalada, se encuentra en labores de pavimentación desde hace unas semanas.
El día de la lluvia, a decir de los habitantes de los inmuebles dañados, el ingeniero encargado de la obra, a fin de proteger la misma, ordenó colocar un dique justo en la calle 63 ½ que es en donde se encuentran sus domicilios para conjuntarse con la privada de Pablo Meoqui. Esta acción generó que el agua, el lugar de seguir su corriente por la calle Teporaca, se desviara por la 63 ½ terminando en sus domicilios.
Ante la nula atención por parte de los encargados de la obra como de las autoridades municipales, la familia solicitó el apoyo para ejercer presión y que les den una pronta respuesta favorable, pues señalaron que el ingeniero de la obra se escudó en que “fue parte de la naturaleza”, pero especificaron que en la tromba de décadas atrás no tuvieron problemas de inundaciones.
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Y es que comentaron que constantemente se observa que autoridades visitan el lugar por fuera y luego se retiran. Únicamente, tuvieron un diálogo con el “señor Villa” de la Dirección de Desarrollo Humano y Educación a quien le pidió que le tuviera una respuesta este viernes, de lo contrario pretenden buscar reunirse con el alcalde.
Los habitantes narraron, entre el lodo, que el nivel del agua alcanzó en algunas zonas cuarenta centímetros, mientras que en otras llegó hasta el metro de altura, lo cual afectó todos sus muebles, gran parte de su ropa y electrodomésticos incluidos laptops, lavadoras y refrigeradores, los cuales comentaron que estaban flotando al momento de la inundación.
A la fecha, continúan con labores de limpieza para poder determinar cuáles fueron los daños totales. Para esto, comentaron que la única ayuda que se les ofreció al momento fue el de una cuadrilla que está ayudando a sacar el agua que aún queda en algunos cuartos de los domicilios y retirar la basura que se generó.
“Yo lo que quiero es que cada quien asumamos nuestras responsabilidades”, enfatizó una de las dueñas, quien precisó que ella paga puntualmente su predial por lo que no está conforme con la respuesta por parte de las autoridades, pues durante el siniestro los bomberos le dijeron que no era un accidente a cubrir por parte de ellos y Protección Civil dijo que tampoco era una emergencia y que toda la ciudad estaba inundada.
